La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, afirmó este lunes que la “última” prórroga del estado de alarma que se quiere aplicar será “radicalmente diferente” a las cuatro últimas autorizadas por el Congreso ante la crisis sanitaria del Covid-19 y, en varios momentos, habló de que será “por 30 días”.
Calvo comentó en la Comisión Constitucional del Congreso que esta prórroga “terminando al final del mes de junio con la desescalada” permitirá poner en marcha más rápidamente la recuperación económica y social del país.
La ‘número dos’ del Ejecutivo defendió que el Consejo de Ministros solicitará mañana la última prórroga del estado de alarma al Congreso de los Diputados, de la que no se ha confirmado todavía la fecha exacta de su duración, aunque Calvo habló varias veces de “30 días”, a contar desde el 24 de mayo que es cuando acaba la actual.
Además, la vicepresidenta defendió que, con la nueva prórroga, el estado de alarma será “gradual” de manera que se permitirá a algunos territorios salir del estado de excepción una vez que concluyan el plan de desescalada.
Defendió que antes se hacía cada quince días por la incertidumbre que suponía la evolución de la pandemia atendiendo a que la incubación del virus es además de entre 14-15 días.
Calvo también comentó que en la nueva prórroga se reducirá el número de autoridades competentes y se quedará sólo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como “retén” por si hay que reaccionar ante algún tipo de rebrote de la pandemia en España.
En esta línea, Calvo señaló que, en esta desescalada, también institucional, se descargará la gestión en beneficio de las comunidades, pero subrayó que, con el estado de alarma “nunca se han revocado las competencias” de las autonomías.
Los ejecutivos regionales, subrayó, han mantenido la “plenitud de sus competencias siempre” porque el estado de alarma “no” afecta en esta cuestión y «su excepcionalidad” es “simplemente en la coordinación obligatoria en las autoridades competentes para dar una respuesta por igual”.
CRÍTICAS OPOSICIÓN
La diputada del Partido Popular Edurne Uriarte reclamó al Gobierno explicaciones porque las “acciones” adoptadas “no son propias de una forma de gobernar democrática sino autoritaria» y también sobre “cómo justifica que hayan excluido libertades de la comisión de reconstrucción” en la que se dan cita todos los partidos. «Como Gobierno no están para dar pena», sino para gestionar «una crisis que ha matado a casi 28.000 españoles».
Uriarte pidió que “dé explicaciones de una vez, deje de huir de la verdad y afronte los hechos”, tras recordarle que durante la crisis del ébola, con dos religiosos muertos en África y una enfermera contagiada que sanó, Sánchez acusó a Mariano Rajoy de “desgobierno, desinformación y desamparo” y ahora, con más de 27.000 fallecidos y “la segunda mayor tasa de mortalidad del mundo; ¿lo llamaría desgobierno, desamparo, desinformación?”, preguntó.
El portavoz de Vox en esta comisión, José María Sánchez García, que calificó de «desastre la gestión», acusó de “abuso y mentira” a Calvo con sus afirmaciones sobre la defensa del estado de alarma como la mejor medida para afrontar la pandemia y le recriminó que esté “tergiversando todo” al defender la gestión del Gobierno comparándola con lo realizado en otros países.
Además, también arremetió contra el “concepto inexistente” de cogobernanza que impulsa el Ejecutivo e instó a aprovechar el momento para implementar mayor presencia del Estado en las comunidades autónomas y consideró «agotada» la coalición de Gobierno aventurando incluso que Podemos dejará el Ejecutivo, cuestión en la que le tranquilizó Calvo aseverando que va bien.
Desde ERC, la diputada Carolina Telechea reclamó “más respeto al autogobierno y la horizontalidad” porque la llamada “cogobernanza es más de lo mismo”. Sostuvo que, en la pasada prórroga, su formación dijo “basta ya” y alertó de que “en lugar de persuadirnos, nos dijeron mentiras».
Por ello, señaló que “si quiere que ERC reconsidere su posición, atienda lo que venimos pidiendo en esta crisis” que “no son caprichos nacionalistas” y que pasan por “acabar con el mando único, apostar por la cogobernanza real y la horizontalidad en la toma de decisiones”.
Hizo hincapié en las cuatro condiciones que, de manera repetida, expone ERC y que pasan por: medidas sociales, como una retribución económica por cuidado de familiares; flexibilizar la regla de gastos y permitir a los ayuntamientos a usar el superávit; recuperar “aquellos sobre lo que se sustenta esta legislatura” como es la mesa del diálogo sobre Cataluña porque “la represión sigue existiendo”, y, la “más importante, honestidad” en la toma de medidas porque hay “ayudas que no llegan”.
El diputado de Más País, Iñigo Errejón, instó a Calvo a llevar “al BOE” la retirada de las condecoraciones al excomisario de la Brigada Político-Social franquista Antonio González Pacheco, conocido como ‘Billy el Niño’, y criticó que al Gobierno “le ha faltado diálogo con las fuerzas políticas”.
También reclamó más “transparencia”, como la publicación de los informes de los técnicos para aclarar a la ciudadanía, y “dosis mayor de humildad” porque el Ejecutivo necesita “aliados” y debe “usar más la persuasión y la escucha y menos los platos de lentejas”.
Por su parte, la portavoz de Junts, Laura Borràs, llamó a Calvo “prestidigitadora verbal” para después afear la poca “humildad” del Ejecutivo en su gestión y reclamar “algo de moderación”. En su intervención la dirigente catalana consideró el estado de alama como una “recentralización de competencias”. “Nosotros queremos salir de España y ustedes no respetan ni la España de las autonomías”, concluyó.
Desde Ciudadanos, su secretario general, José María Espejo, insistió en que su partido hace una “oposición responsable” y animó al Gobierno a acogerlo porque “nadie ha puesto más fácil admitir errores”. Aludió a la intención del Ejecutivo de una nueva prórroga y cuestionó esa decisión ante el argumento defendido de las “bondades” de rendir cuentas ante el Congreso cada 15 días por parte del presidente. “¿Por qué ahora es mejor esa prórroga de 30 días y disminuyendo esa garantía de control?”, respuesta que reclamó Espejo para contar con el apoyo de su partido.
El portavoz de PNV en esta comisión, Mikel Legarda, defendió que estos son “momentos de buscar consensos” porque así se lograrán los “momentos de éxito que todos necesitamos”. Le trasladó un “mensaje de colaboración y lealtad, desde la cogobernanza, y desde el principio de subsidiariedad”.
Desde Bildu, su portavoz Mertxe Aipurúa, apeló en varios puntos a que el estado de alarma ha supuesto una “recentralización de competencias” por lo que reclamó que es el “momento de retirar también el mando único en Sanidad”.
“No hay excusas”, dijo, para que estén “todas las competencias en manos de las instituciones” y el sistema del Estado esté constituido por “autonomías de quita y pon”.
El diputado de UPN Carlos García Adanero arremetió contra la “autocomplacencia” del Ejecutivo por la gestión ante la pandemia que, tras las palabras de Calvo, ironizó han estado “rozando la perfección”.
Desde el PSOE, la diputada Rafaela Crespín pidió a la derecha “que deje el pataleo y madure” y sean “políticos a la altura de las circunstancias, con medidas y propuestas en el Congreso es donde hay que manifestarse. “Menos queja y más trabajo donde hay que hacerlo”, señaló.
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