Las ceremonias religiosas serán con mascarilla, separación de un metro y gel de limpieza en la puerta

Las ceremonias religiosas que se celebren en las zonas de España que se encuentren en fase 1 de la desescalada del estado de alarma por la pandemia de Covid-19 deberán hacer «uso de mascarilla con carácter general», garantizar la separación «mínina de un metro» entre personas y colocar geles de limpieza en las puertas.

Así figura en la orden publicada este sábado en una edición especial del Boletín Oficial del Estado (BOE), donde el Gobierno de Pedro Sánchez detalla todas las indicaciones a aplicar para la reactivación de la economía y la recuperación de hábitos sociales, como sucede en los lugares de culto.

Para la fase 1, permite la asistencia a estos recintos «siempre que no se supere un tercio de su aforo y que se cumplan las medidas generales de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias».

En caso de que el aforo máximo no esté determinado, pide realizar el siguiente cálculo: en asientos individuales, una persona siempre que mantenga «distancia mínima de un metro»; en bancos, «una persona por cada metro lineal de banco»; en espacios sin asientos, «una persona por metro cuadrado de superficie reservada para los asistentes».

De este cómputo excluye expresamente los pasillos, vestíbulos, lugar de la presidencia y colaterales, patios y, si los hubiera, sanitarios. Y ordena anunciar el aforo máximo «en lugar visible del espacio destinado al culto». Además, prohibe la celebración de ceremonias de culto en el exterior de los edificios y la vía pública.

Como «recomendaciones» específicas, pide el «uso de mascarilla con carácter general», realizar tareas de desinfección de los espacios utilizados «antes de cada reunión», limpiar durante el oficio «los objetos que se tocan con mayor frecuencia», organizar las entradas y salidas «para evitar agrupaciones de personas en los accesos e inmediaciones», y colocar «dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida» en la entrada del lugar de culto. El uso de agua bendecida queda prohibida y pide que las abluciones rituales se hagan «en casa».

Los asistentes que se sitúen directamente en el suelo y se descalcen antes de entrar en el lugar de culto, como sucede en las mezquitas, tendrán que usar «alfombras personales».

Todas las celebraciones deberán durar el «menor tiempo posible» y a lo largo de ellas habrá que evitar «el contacto personal, manteniendo en todo momento la distancia de seguridad». Tampoco podrán distribuirse objetos como libros o folletos, no se podrán «tocar o besar objetos de devoción» y se evitará «la actuación de coros».

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