Ribera propone a los municipios medidas de impulso de la bicicleta en la desescalada

La vicepresidenta Cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha enviado una carta a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en la que solicita que las entidades locales españolas, sobre todo de más de 5.000 habitantes, potencien el empleo de la bicicleta como alternativa de transporte limpio y sostenible para la salida gradual de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19.

Ribera ya adelantó su postura en este sentido el pasado 15 de abril al pronunciarse en Twitter sobre una iniciativa similar en Francia. «Me parece una idea buenísima y una gran oportunidad en el marco de una movilidad distinta. Voy a pedir a mis equipos de clima y de calidad del aire que lo estudien con nuestros compañeros de otros ministerios y de gobiernos locales y autonómicos», comentó entonces.

La Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB), formada por 125 organismos asociados, en su mayoría ayuntamientos, aprobó la semana un plan de choque para que el Gobierno impulse el uso de la bicicleta en la desescalada al confinamiento en los hogares por la pandemia del Covid-19. Esta plataforma pretende que la bici se convierta en el «vehículo individual de referencia» durante y después de la pandemia causada por el coronavirus.

Ribera, que la semana pasada mantuvo una reunión con representantes de la FEMP, destaca en la carta que les ha remitido, que el uso de la bicicleta puede contribuir a descongestionar el transporte público, lo que permite mantener la distancia de seguridad y evitar el uso masivo de automóviles particulares, que agravaría los problemas de calidad del aire en las ciudades. Medidas de este tipo están siendo adoptadas por ciudades como Berlín, Milán, París o Bogotá, según informó este martes su departamento.

La vicepresidenta hace alusión a estudios científicos que asocian la contaminación atmosférica con un mayor impacto del Covid-19 y recuerda que las obligadas restricciones en materia de movilidad para frenar el coronavirus han mejorado sustancialmente la calidad del aire en España.

Según Ribera, la progresiva recuperación de la actividad implica replantear la movilidad de las personas con un modelo sostenible que tenga en cuenta tanto la reducción de las necesidades de desplazamientos (fomento del teletrabajo) como medidas para evitar la concentración de los desplazamientos (flexibilidad horaria) o el fomento de medios de transporte sostenibles, incluidas la movilidad activa (andar) y otras modalidades de micromovilidad (patinetes eléctricos, por ejemplo).

PROPUESTA DE POSIBLES MEDIDAS

En este marco, Ribera ha trasladado a la FEMP una propuesta de posibles medidas para favorecer el uso de la bicicleta en las ciudades, principalmente en las de más de 5.000 habitantes, en el contexto de la desescalada de la crisis sanitaria del Covid-19.

Entre ellas están impulsar la apertura de los servicios de bicicleta compartida pública, con las garantías y cautelas necesarias para evitar contagios, e implantar infraestructuras provisionales de bajo coste para la ampliación de zonas peatonales y ciclistas, que pueden incluir, por ejemplo, la reserva del carril derecho en grandes arterias para la bicicleta o la reducción de la velocidad en ciudad (prohibición de circular a más de 30 km/h en vías de un solo carril por sentido), medida en la que trabaja desde hace meses la Dirección General de Tráfico (DGT).

También propone establecer corredores en zonas periurbanas que comuniquen polígonos, municipios vecinos o campus universitarios con los centros de las ciudades, e identificar la bicicleta como vehículo autorizado para el desplazamiento en las actividades y excepciones permitidas, considerando la bici como medio de transporte y no como herramienta de ocio para evitar potenciales malentendidos.

Facilitar y reforzar la intermodalidad con modos de transporte colectivos (Metro y Cercanías), reduciendo en la medida de lo posible las restricciones a subir la bicicleta en ellos y facilitando la integración tarifaria de los sistemas de préstamo de bicis con títulos de transporte colectivo, y promover aparcamientos seguros para bicicletas en centros de trabajo, estaciones de autobuses y de cercanías y puntos estratégicos son otras propuestas.

Además, Ribera aboga por campañas de difusión para dar visibilidad de la bicicleta como medio de transporte autorizado y recomendado con el fin de reducir el riesgo de contagios, y guías locales con las normas municipales para desplazarse en bicicleta.

Ribera ha solicitado la colaboración de las entidades municipales en este ámbito, dado que son competentes en la mayor de las medidas que han de adoptarse y porque, como administración más próxima al ciudadano, tendrán un papel central en las siguientes fases de gestión de la crisis derivada del Covid-19.

El Gobierno analiza también el desarrollo de medidas de apoyo a la bicicleta a medio y largo plazo, partiendo de las ya recogidas en la Estrategia Estatal de la Bicicleta, con el objetivo de que el impulso a esta forma de movilidad activa y limpia tenga continuidad y se consolide en el tiempo. Asimismo, el desarrollo, con el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, de una Estrategia y una Ley de Movilidad Sostenible ofrecerá la oportunidad de abordar esta cuestión más allá del proceso de desescalada de la crisis sanitaria.

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