Autismo España pide al Gobierno «seguridad jurídica» sobre las salidas a la calle de algunas personas con discapacidad

Autismo España valoró este jueves positivamente las palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, sobre que el real decreto del estado de alarma que establece el confinamiento con carácter general sí permite excepciones para las personas con discapacidad, pero consideró que no ofrecen «seguridad jurídica».

En declaraciones a Servimedia, su director general, Jesús García Lorente, reclamó al Gobierno que garantice «mediante una instrucción oficial junto con las fuerzas policiales la necesidad de las personas con discapacidad de salir a la calle en determinadas ocasiones», siempre por indicación terapéutica o por el tratamiento de su discapacidad o condición de salud.

A su juicio, «una declaración en medios de comunicación (sea en rueda de prensa, online o redes sociales) no ofrece la seguridad jurídica de su aplicación». Muestra de ello son las continuas multas y altercados que día tras día nos están llegando de personas con TEA y sus familias», prosiguió, y «la proliferación de regulaciones de administraciones autonómicas y locales intentando aclarar su aplicación».

En función de cada una, se pide aleatoriamente «certificado de discapacidad, prescripción médica, autorización de la policía, autorización de la administración, directamente permiten la libre circulación a estas personas o la prohiben por completo», explicó. «Esto genera una enorme desprotección y discriminación según el lugar de residencia», denunció García Lorente.

El problema, en su opinión, es que esta eventualidad «no está definida de manera expresa como causa de fuerza mayor o situación de necesidad en el Real decreto», por lo que «hay riesgo de sanción».

«El tiempo juega en nuestra contra», prosiguió, y «el confinamiento en sus casas puede dar lugar a situaciones de estrés y a un incremento del riesgo de escenarios que amenazan el bienestar emocional y la integridad física de las propias personas con TEA». Según señaló, pueden aumentar las agresiones, las autolesiones, las conductas disruptivas y el riesgo de suicidio, entre otros.

SERVIMEDIA