La Confederación Asperger España ha denunciado la «invisiblidad» de este tipo de discapacidad, que perjudica a las personas afectadas en distintos ámbitos como la educación, el empleo o el acceso a la función pública.
En un manifiesto con motivo del Día Internacional del Síndrome de Asperger que se celebra este martes, familias y afectados reclamaron el reconocimiento de «la discapacidad psicosocial» y llamaron a tomar conciencia sobre la realidad de estas personas cuyas dificultades «parecen invisibles».
Además, señalaron que los alumnos con Asperger «siguen sufriendo la incomprensión de profesores, maestros y compañeros en el ámbito escolar», porque «resulta difícil entender que personas inteligentes y sin ningún rasgo físico observable puedan tener una discapacidad social en la base de sus conductas». No se entiende que por este motivo «lleguen a alterar el funcionamiento habitual de las clases», indicaron.
Asimismo, llamaron la atención sobre la elevada incidencia de acoso escolar entre el colectivo, a veces incluso a manos de profesores. Así, el manifiesto cita como ejemplo el indignante caso del alumno de Jerez atado y amordazado por un profesor que sigue en activo, y pide a las administraciones autonómicas que no mantenga conciertos con centros donde se permite este maltrato.
Según Asperger España, «La discapacidad se supera cuando el entorno es solidario, mientras tanto son imprescindibles leyes de protección».
Por otra parte, el manifiesto reclama «más formación» de los profesionales médicos y docentes, para que en las aulas y en los centros de salud se detecten los casos de personas con Síndrome de Asperger y otros Trastornos del espectro Autista (TEA), «claramente infradiagnosticados en españa.
EMPLEO
La federación reclama también «la inclusión laboral efectiva y mantenida de un colectivo con un nivel del 80% de paro», resaltando que «no hay autonomía sin empleo».
En cuanto a la posibilidad de que las personas con Asperger puedan acceder a la función pública, «hoy encontramos nuevas e insospechadas barreras», lamenta el manifiesto.
La ley contempla un cupo de reserva para personas con discapacidad, pero las personas con Asperger tienen dificultades para ajustarse a los epígrafes previstos en el baremo (psíquica, intelectual…). «En la práctica es como si nos hubiésemos esfumado», como si fuésemos invisibles», indica.
Por ello, la federación quiere el reconocimiento de «la discapacidad psicosocial» como un tipo específico, por ser la que se ajusta a las necesidades y características que presentan estas personas (con TEA y sin discapacidad intelectual asociada). Esa sería la manera de disponer de plazas reservadas para su acceso a la función pública y de poder acceder a las ayudas que el certificado de discapacidad proporciona, tal y como explican.
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