El nuevo jefe de Estado Mayor de la Defensa asume su cargo proclamando su “lealtad inquebrantable” al Rey y a la Constitución

El nuevo jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya, asumió este viernes su cargo con una proclama solemne de “lealtad inquebrantable” al Rey y a la Constitución española, al tiempo que explicó que su labor se guiará por tres ejes: la “humildad”, la “abnegación” y la “experiencia”.

Así se pronunció el Jemad durante la toma de posesión de su cargo en el Ministerio de Defensa, un acto que estuvo presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y que contó con la presencia del secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares; el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre; el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (Jeme), general Francisco Javier Salas; el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (Jema), general Javier Salto; y el jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante Teodoro López Calderón, entre otras autoridades civiles y militares.

Tras la jura de su cargo en presencia del Jemad saliente, general Fernando Alejandre, el nuevo jefe de Estado Mayor de la Defensa pronunció un discurso en el que agradeció a Robles la confianza depositada en su persona para tan alto honor, un agradecimiento que hizo extensible al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por “refrendar” su nombramiento y al Consejo de Ministros por “aceptarlo”.

Luego de este preludio, el general Villarroya proclamó su “lealtad inquebrantable” al Rey y a la Constitución y explicó que su labor como Jemad tendrá en la “humildad”, la “abnegación” y la “experiencia” su punta de lanza.

Afirmó que sus predecesores en el cargo le servirán de estímulo y ejemplo para conseguir unas Fuerzas Armadas “modernas” y “operativas”, y adaptadas a los retos y desafíos del siglo XXI.

Se comprometió a “trabajar sin descanso” en la garantía de la seguridad y la libertad de los españoles, en coordinación con los socios y aliados de España.

También señaló que prestará atención al “espacio ultraterrestre” y al ciberespacio como escenarios a los que prestar atención en la salvaguarda de la defensa nacional, además de a la acción de las “tecnologías emergentes y disruptivas”, como agentes de inestabilidad.

Todo ello, dijo el nuevo Jemad, para no llevar a las Fuerzas Armadas a librar guerras propias del pasado.

Por su parte, dejó claro que gestionará de manera “eficaz” y “eficiente” los recursos bajo su responsabilidad para conseguir unas Fuerzas Armadas modernas, si bien puntualizó que el mayor activo que tienen éstas son sus efectivos, con quienes se comprometió a mejorar, en la medida de lo posible, sus condiciones.

Por último, recordó a los militares fallecidos en acto de servicio, evocó a quienes se encuentran desplegados en una misión internacional y aventuró que no permitirá que “ningún español” quede “defraudado” de su acción como Jemad.

Por su parte, Robles agradeció al general Alejandre su “compromiso” y “lealtad” en su desempeño como Jemad, manifestándole que en cualquier momento “se abrirá una ventana” por la que podrá seguir demostrando su vocación de servicio a España.

Evocó a los jefes de Estado Mayor de los Ejércitos y de la Armada, así como a su círculo de confianza en el Ministerio, para proclamar su aspiración de “servir a España” y a su Constitución.

Instó a dejar de volver la vista hacia un “futuro muy lejano” y llamó a centrarse en un “futuro ilusionante” en el que España cuente con unas Fuerzas Armadas modernas, eficaces y tecnológicamente a la vanguardia”.

Además, tras ensalzar que España fundamenta su grandeza en su diversidad, deseó suerte al general Villarroya, porque “su suerte será la suerte de España y de sus Fuerzas Armadas”.

Robles remachó su intervención brindando por el Rey, un brindis al que se unieron a una sola voz todos los presentes en el acto.

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