Amnistía Internacional denuncia que el Gobierno iraní utilizó métodos “ilegales” para aplacar las protestas

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que las fuerzas de seguridad iraníes utilizaron “perdigones puntiagudos” contra “manifestantes pacíficos” con el objetivo de aplacar las protestas que se llevaron a cabo en el país durante los días 11 y 12 de enero.

Según indica la entidad en un comunicado, a través de la verificación de imágenes de vídeo, fotografías y testimonios, ha podido confirmar que las fuerzas de seguridad de Irán usaron “fuerzas ilegales” contra los manifestantes que se reunieron después de que las autoridades admitieran que habían derribado un avión de pasajeros ucraniano.

«Es terrible que las fuerzas de seguridad de Irán hayan aplastado violentamente las vigilias pacíficas y las protestas de personas que demandan justicia para los 176 pasajeros muertos en el avión y expresan su enojo por el encubrimiento inicial de las autoridades iraníes. El uso de la fuerza ilegal en las últimas manifestaciones es parte de un patrón de larga data de las fuerzas de seguridad iraníes», dijo el director de Investigación y Defensa para Oriente Medio y África del Norte en Amnistía Internacional, Philip Luther.

Los testimonios y las fotografías obtenidas por Amnistía Internacional indican que las fuerzas de seguridad dispararon “perdigones puntiagudos”, causando “heridas dolorosas” y requiriendo “tratamiento quirúrgico” para extraer los perdigones, así como lesiones consistentes con el uso de balas de goma.

El Cuerpo de Verificación Digital (DVC) de la organización también verificó docenas de videos que muestran a las fuerzas de seguridad lanzando “gases lacrimógenos contra una multitud de manifestantes pacíficos”, según informa en el documento publicado en inglés.

La organización también ha recibido mensajes de varios manifestantes heridos que compartieron fotografías que muestran sus heridas y dijeron que no buscaron tratamiento en el hospital para extraer los gránulos puntiagudos que permanecen dolorosamente alojados en sus cuerpos “por temor a ser arrestados”.

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