Aquellos que deciden casarse por la iglesia saben que primero deben pasar por un cursillo prematrimonial donde los párrocos analizan con los novios qué significa «pasar por el altar».
La duración de estos cursillos varía en función de la parroquia, comunidad o cura encargado de impartir esa formación, aunque suele rondar varias sesiones que se imparten durante los fines de semana.
Sin embargo, ahora los obispos quieren que ese cursillo prematrimonial amplíe considerablemente su duración. En concreto propone que haya que pasar por esa formación en los dos años previos al momento del «sí, quiero». Consideran que las 20 horas de los cursillos prematrimoniales actuales no son suficientes. Los novios que realicen el curso asistirían a sesiones cada 15 días.
El nuevo temario está compuesto por 12 temas en los que se aborda la sexualidad, las relaciones prematrimoniales, la fidelidad o cómo se deben solucionar los conflictos.
Con esta nueva formación pretenden prevenir el pansexualismo y la masturbación. Consideran que es necesaria una mayor preparación de los novios antes del matrimonio para evitar las separaciones: «A los 5 años se han roto el 40%», aseguran.
