La portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Inés Arrimadas, aseguró este viernes que al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «tampoco le importa un comino la gobernabilidad de España», y está repartiendo las vicepresidencias y los ministerios solo en función de «egos» y no por los intereses generales.
Inés Arrimadas, junto a Lorena Roldán y Carlos Carrizosa, se reunió este viernes con los diputados de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña para darles las gracias por seguir siendo «la voz de la mayoría constitucionalista» y «los únicos» que plantean propuestas sociales y económicas.
Denunció que Sánchez es capaz de mentir «sin que se le sonroje la cara» porque «no siente nada ante sus propias mentiras y contradicciones, le da igual todo» y es «un auténtico peligro». «Nos ha vendido por un puñado de abstenciones» en su investidura y «por un tripartito en Cataluña», aseguró, algo que «no es la primera vez que lo hace el PSOE, pero sí la más dolorosa».
En una etapa en la que el nacionalismo tendrá poder en el conjunto de España, Arrimadas dijo a los suyos que «ahí vamos a tener que estar nosotros, porque no hay partido que les haga frente como nosotros, que les haya ganado en las urnas como nosotros».
Aseguró que lo que pretende Sánchez «no es progresismo ni socialdemocracia» sino solo desigualdad entre españoles, por lo que Ciudadanos tendrá que seguir defendiendo el espacio para una alternativa sensata, moderada, constitucionalista, liberal y de centro.
Arrimadas se preguntó qué pretende hablar Sánchez con Torra, que «ya no es presidente» de la Generalitat de Cataluña tras confirmarse su inhabilitación como diputado por una condena por desobediencia, que además «amenaza cada día con saltarse las leyes de nuevo» y que «saca pecho de haber desobedecido» a los tribunales. En vez de hablar con él, se preguntó, «¿por qué no habla más con los constitucionalistas que sufrimos los abusos de Torra?».
Se mostró convencida de que Sánchez utilizará «todos los recursos públicos» e instituciones a su alcance «para poner España a su servicio» porque, secundando a la portavoz de ERC en el debate de investidura, a él «tampoco le importa un comino la gobernabilidad de España» y lo que le importa es «su Presidencia, sus cargos, su poder, su Falcon y su sillita y su colchón en Moncloa».
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