El líder de Vox, Santiago Abascal, denunció este martes que es ETA quien actúa de «compañía aseguradora» para garantizar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, una votación de la que saldrá un Ejecutivo «ilegítimo».
Abascal comenzó su discurso condenando el «repugnante asesinato» de una mujer y su hija a manos de un hombre, y reiteró que con una ley de violencia intrafamiliar como la propuesta por Vox «no habría nunca más víctimas de segunda y todos los componentes de la familia, esta niña incluida, estaría igualmente amparada y los agresores igualmente castigados», entre otros mecanismos con la «prisión permamente para asesinos y criminales sexuales».
En Vox «nos preocupan todas las víctimas, independientemente de su edad, condición, sexo y autor de los crímenes», mientras que para otros partidos las víctimas sólo importan cuando su agresor es «hombre y español».
Abascal hizo a continuación un repaso de las agresiones sexuales desde el comienzo del año para concluir que la mayor parte de ellas han sido cometidas por extranjeros y para insistir en que el 69% de los imputados por esos delitos son extranjeros pese a ser sólo el 6% de la población. Un grupo de afganos acusados de una violación grupal ya está en libertad, denunció, preguntando a continuación con ironía al PSOE y a Unidas Podemos «dónde está su indignación» y dónde van a convocar la manifestación de condena.
Mientras, dijo, el «delincuente condenado, el rebelde» presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, no ha sido detenido ni destituido, porque Sánchez necesita el apoyo de los independentistas a pesar de que Bélgica suspende la euroorden contra Carles Puigdemont y el Parlamento Europeo «vuelve a humillarnos» al confirmar la condición de eurodiputado de Oriol Junqueras.
Abascal sentenció que el Gobierno de Sánchez será «ilegítimo» porque «de la mentira y del fraude sólo puede nacer la ilegitimidad» y porque el líder socialista ha «utilizado las instituciones» para ser investido tras llegar a La Moncloa con una moción de censura gracias a «comunistas con estrechos vínculos con dictaduras» y con «narcoterroristas».
El Gobierno, denunció, nace «arrodillado ante diputados que no merecían ser acreditados» como tales por estar «contra la Constitución» y con «el beneplácito de ETA» para culminar las conversaciones iniciadas entre el PSOE y la banda hace veinte años y que no pueden tener otra culminación que «el blanqueamiento, la impunidad y el referéndum».
De hecho, Abascal se refirió al «plan de contingencia» anunciado por Bildu para garantizar la investidura, incluso votando a favor si falla algún otro respaldo de los previstos por un «ataque de dignidad». Lo que muchos no saben, añadió, es que «la compañía aseguradora» de la investidura, del «golpe institucional que ustedes están dando, se llama ETA».
Después de que Sánchez citara a Manuel Azaña, Abascal subrayó que el «sentido de la patria» defendido por el que fue presidente de la República «no es un mito», pero que el PSOE actual prefiere más a Largo Caballero, que utilizó el dinero de los españoles para ir por París «acompañado de señoras con las que no tenían ninguna relación familiar».
En momentos de «extrema preocupación, perplejidad, zozobra e indignación», Abascal quiso terminar su discurso haciéndose eco del sentimiento de millones de españoles y de muchos diputados con un «viva el Rey, viva España», secundado con «viva» desde los escaños de su partido.
(SERVIMEDIA)
