Una madre estadounidense ha acabado a golpes con la vida de su hijo de 20 meses porque había manchado los pañales.
Trinity Pittman, una joven 23 años y originaria del estado de Georgia, mató a su bebé el pasado viernes y acudió al hospital alegando que el pequeño se había caído de un trampolín. Sin embargo, las heridas que presentaba el recién nacido hicieron sospechar al personal de urgencias que se puso en contacto con las autoridades.
La madre confesó que había propinado una paliza al pequeño después de que este manchara su pañal y lo dejó al cargo, junto con otra hija de 4 años, de su novio en el domicilio que ambos compartían.
Tanto la madre como su pareja de 24 años se encuentran bajo investigación.
