La Fiscalía pedía dos años de prisión para el dueño de los perros que fallecieron tras quedarse en el interior de un coche en Córdoba a 43 grados.
Los hechos ocurrieron en 2017. El procesado dejó a diez animales en el interior del vehículo en las horas de mayor calor con las puertas cerradas y sin ninguna ventilación.
Cuando volvió se encontró el coche rodeado de agentes que trataban de auxiliar a los perros que estaban agonizando. Tres ya habían fallecido.
Sin embargo, una vez celebrado el juicio el hombre ha quedado en libertad porque, según recoge la sentencia, «no se ha acreditado que el acusado tuviera intención de causar la muerte de sus propios animales.
El juez recuerda que «para condenar a una persona por la comisión de un delito es preciso que la presunción de inocencia quede desvirtuada mediante prueba de cargo suficiente, practicada en el acto del juicio».
La sentencia recuerda que la actitud del hombre, al volver al coche «no fue otra que ayudar a salvar las vidas de su animales, tratando de llevar cubos de agua e intentando colaborar en todo lo que se le solicitaba por los agentes», según informa ‘Elddiario.es‘.
