El director de la ONG Open Arms reconoce conversaciones con Merkel y Macron, que Sánchez rechaza hasta la fecha

El director y fundador de Proactiva Open Arms, Óscar Camps, reveló este miércoles que ha hablado con los presidentes de Alemania y de Francia, Angela Merkel y Emmanuel Macron, respectivamente, mientras que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha rechazado hasta tres veces conversar con él sobre el futuro de los migrantes rescatados por el barco ‘Open Arms’.

En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, Camps también explicó que ha hablado con el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y que mantiene contactos con el Ejecutivo español, pero «no al nivel solicitado».

«Hasta tres veces he pedido por escrito (hablar con Sánchez) y me han respondido que no», agregó. «Tendría que haber aceptado tomar un café conmigo, pero no lo ha hecho».

Con todo, Camps precisó que su ONG no quiere «perjudicar a ningún gobierno», aunque «tampoco queremos dejar a la gente morir en el mar. Admitió que «no es responsabilidad de España solucionar el tema del Mediterráneo central, pero somos una ONG española y también es lógico reclamar apoyo a nuestro Gobierno.

«En realidad, solo pretendemos que los países vuelvan a hacer lo que dejaron de hacer en el Mediterráneo», dijo, y criticó a Italia y a Malta por no permitir el desembarco de los 151 migrantes rescatados por el ‘Open Arms’ los pasados 2 y 10 de agosto.

PASIVIDAD DEL GOBIERNO

Su crítica al Ejecutivo español tiene que ver con su «pasividad» en este aspecto, ya que ni ha solicitado a la UE que coordine un mecanismo de reparto ni ha denunciado a Italia por incumplir sus obligaciones internacionales.

«Cuando somos conscientes de que se incumple el derecho marítimo internacional y lo toleramos, somos cómplices», comentó, y lamentó que España no denuncie a Italia en el Tribunal Internacional de Derecho del Mar de Hamburgo.

Asimismo, calificó de «incomprensible» que alguien pretenda que el barco se dirija a España, «a 600 millas», teniendo un puerto cercano «a 28». «Ahora bien, si España se pone de perfil, nosotros tenemos que buscar ayuda en todas partes», añadio.

RIESGO DE PELEAS

Por otro lado, Camps se refirió a la situación a día de hoy en el ‘Open Arms’: «Hay 19 personas de la organización a bordo; hay dos lavabos; hay 180 metros cuadrados en cubierta; no hay sombra para todos; hay discusiones por eso, por la comida, por dormir…».

«Tenemos que hacernos cargo de la asistencia a muchas personas, que llevan muchos días a bordo, y eso genera mucha tensión», manifestó.

De hecho, el director de la ONG Open Arms advirtió de que la situación en el barco podría complicarse después de casi dos semanas a la espera de un desembarco. «Prima la salud y la vida de las personas que llevamos a bordo, no solo de los náufragos, sino del capitán y la tripulación», comentó.

Por eso, «si estalla un conflicto determinado y nuestra salud corre peligro, tendremos que encerrarnos e ir a puerto». Esto implica que el barco podría ir a Italia a pesar de las advertencias si se dan determinadas circunstancias, admitió.

Preguntado sobre las consecuencias de dicha decisión, Camps reconoció que se pueden arriesgar a altas penas de prisión y a multas muy elevadas (de hasta un millón de euros).

«El capitán podría perder su titulación, y el resto nos enfrentamos a fuertes multas y a penas de prisión», dijo. Sin embargo, «todos sabemos a qué nos exponíamos» con estas misiones. «De la cárcel se sale, del fondo del mar no», añadió.

(SERVIMEDIA)