Sánchez se reunirá el martes con Iglesias, con el que ve «bases sólidas» para un acuerdo

El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reunirá el próximo martes, a las 12.00 horas, con Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, en el Congreso de los Diputados, dentro de la nueva ronda de contactos con los líderes de los principales partidos.

Según fuentes socialistas, «hay bases sólidas para llegar a un acuerdo tal y como hemos demostrado en estos últimos 12 meses» entre el PSOE y Unidas Podemos. «España necesita un Gobierno progresista en plenitud de funciones en julio», insisten desde el Partido Socialista.

Se trata de la quinta reunión entre ambos desde las elecciones del 28 de abril en las que el PSOE fue la fuerza más votada. Entonces, el presidente en funciones emprendió un contacto institucional con los líderes de los principales grupos de la oposición (PP, Cs y UP), y Sánchez e Iglesias se reunieron el 7 de mayo en el Palacio de la Moncloa.

Con el devenir de las elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo, Sánchez no emprendió contacto alguno hasta recibir el encargo oficial del Rey de intentar la investidura como presidente del Gobierno.

COOPERACIÓN

El martes 11 de junio tuvo lugar la primera reunión oficial entre ambos en el Congreso de los Diputados para buscar un acuerdo que permita la suma de los votos de 42 diputados de Unidas Podemos en favor de la investidura de Sánchez. Ahí nació la idea de ‘gobierno de cooperación’ que Sánchez ofreció a Iglesias.

Tras la primera toma de contacto, que el presidente en funciones también tuvo de manera individualizada con Pablo Casado (PP) y Albert Rivera (Cs), Sánchez recibió de manera “discreta” a Iglesias en Moncloa el 17 de junio para profundizar en su relación. Entonces le ofreció tres niveles de ‘cooperación’: programática, parlamentaria e institucional; lo que conllevaba el ofrecimiento de cargos en el Gobierno, pero fuera del Consejo de Ministros.

FUERA DEL CONSEJO MINISTROS

Los dos líderes llegaron sin acercar posturas a la cita del 25 de junio, también en Moncloa, en la que Iglesias insistió en el gobierno de coalición y no descartó el voto en contra si no logra algún puesto en el Ejecutivo. Entonces, fuentes próximas a Sánchez señalaron a Servimedia la determinación del líder del PSOE de ir a la investidura en julio y que “sólo” el PSOE ha “mostrado voluntad de acuerdo” mientras que vieron que Iglesias “quiere votar en contra”.

Desde el PSOE y Unidas Podemos se cruzaron declaraciones con la oferta de los socialistas de puestos en la Administración, pero no dentro del Consejo de Ministros, y de la formación de Iglesias insistiendo en forjar un Ejecutivo de coalición.

La cita del martes 9 de junio en el Congreso es la primera desde que Sánchez fijó con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que el debate de investidura comenzará el 22 de julio. Tras conocerse esta fecha y que podría haber elecciones el 10 de noviembre si no se elige un presidente, Iglesias ofreció a Sánchez –y éste rechazó- su promesa de revisar su exigencia de formar un gobierno de coalición si el Congreso rechaza la investidura de Sánchez.

ELECCIONES

Sánchez se reunirá este próximo lunes con la Permanente de su Ejecutiva para analizar las negociaciones y con la premisa de que la investidura tiene que conseguirse “en julio” porque, según fuentes socialistas, “lo que no se consiga ahora no se conseguirá luego”, ya que lo contrario significará que Podemos ha impuesto sus condiciones; es decir, creen que el tiempo entre la investidura fallida y un segundo intento no sería productivo.

En el entorno de Sánchez señalan que la semana próxima comenzará la “verdadera” negociación -«van a pasar cosas», indicaron- para lograr los apoyos para la investidura, cuyo debate se ha fijado para el próximo 22 de julio –la primera votación será el martes 23-.

Con la elección de la fecha de investidura se busca presionar a Podemos con unas posibles elecciones en las que creen que tienen más que perder, y levantar así el órdago de Pablo Iglesias de no apoyar la investidura si Sánchez no le garantiza un puesto en el Gobierno, señalan las fuentes consultadas.

“Es la mejor fecha”, admiten en Moncloa, porque muestra que “vamos a una investidura en serio” y está en línea con la estrategia de formar gobierno en julio, es decir, ir a un solo intento tras mantener días de negociación. No es un farol, dicen, porque Sánchez tiene la idea de que, si la investidura resulta fallida se iría a elecciones el 10 de noviembre.

De ir a elecciones, fuentes socialistas reconocen el riesgo de la abstención de los votantes de izquierda. No se creen la encuesta del CIS sobre la participación, pero admiten que más vale elecciones en noviembre que dentro de año y medio. Piensan que, de salir adelante la investidura, ésta podría ser inestable dependiendo tanto de Podemos como de los independentistas.

Esta posición no sólo la mantiene el presidente en funciones, quien aborda solo con un muy reducido grupo de afines toda la cuestión relativa a las negociaciones, sino que Ferraz está también en esta tesis y una mayoría de presidentes y líderes territoriales del PSOE, a los que recientemente se les ha contactado desde el federal para trasladar un mensaje de confianza sobre el futuro del presidente Sánchez.