La embajadora de España ante la Santa Sede entregará en mano este jueves la queja por las palabras del nuncio

La embajadora de España ante la Santa Sede, Carmen de la Peña, entregará el próximo jueves en el Vaticano la carta de queja del Gobierno por las declaraciones del nuncio Renzo Fratini, en las que cargó contra la exhumación de Francisco Franco.

Según trasladaron a Servimedia fuentes gubernamentales, la queja que anunció la vicepresidenta, Carmen Calvo, se la entregará “en mano” la embajadora en la Santa Sede al secretario de Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher.

En la misiva firmada por Calvo se manifestará el desacuerdo y malestar que generaron las palabras del nuncio en una entrevista con Europa Press en la que critica la exhumación de Franco y se pregunta si “hay tantos problemas en el mundo y en España, ¿por qué resucitarlo? Yo digo que han resucitado a Franco. Dejarlo en paz era mejor; la mayoría de la gente, de los políticos, tiene esta idea porque han pasado 40 años de la muerte, ha hecho lo que ha hecho, Dios juzgará. No ayuda a vivir mejor recordar algo que ha provocado una guerra civil”.

La carta llevará en síntesis las líneas generales, según las fuentes consultadas, ya expresadas por la ‘número dos’ del Ejecutivo en funciones cuando avisó de que las palabras del nuncio “van a tener una respuesta contundente por parte del Estado español” porque se ha producido una injerencia “evidente y obvia”, tanto en forma como en fondo, por parte del representante de la Santa Sede en España.

“El nuncio se ha manifestado en contra de una ley de nuestro país”, dijo la vicepresidenta en una entrevista en la Ser, porque la “exhumación es el cumplimiento de una ley, no otra cosa, y espero que el Vaticano ponga las cosas en su sitio y cumpla lo que acordamos, que no ponga obstaculización a la exhumación” del dictador, que espera se produzca una vez resuelva el Tribunal Supremo.

El nuncio ha sido “absolutamente improcedente, inaceptable” con su manifestación, dijo Calvo, quien reconoció que no le ha sorprendido porque ya ha tenido “conversaciones difíciles” anteriormente con Fratini sobre este asunto, quién este martes 2 de julio deja por jubilación su cargo como representante de la Santa Sede en España.

Para Calvo, estas manifestaciones del nuncio se produjeron en términos “absolutamente impropios de cualquier legación diplomática y mucho más en un asunto como este que les afecta muy directamente dado que los restos de Franco están en una basílica”.