Megan Rapinoe, la capitana de la selección femenina de fútbol de Estados Unidos, no cantó el himno en señal de protesta por las políticas de Trump, algo que el inquilino de la Casa Blanca consideró una conducta «inapropiada».
Pues bien, su oposición a Trump ha dado un paso más y Rapinoe ha asegurado que en caso de que ganen el mundial de fútbol femenino “no iré a la puta Casa Blanca”, dijo en zona mixta a los medios tras el partido de octavos ante España.
Este lunes, Rapinoe volvió a negarse a cantar el himno y tampoco llevó su mano al corazón mientras éste sonaba. Estados Unidos lo pasó mal para eliminar a España y los dos goles de Estados Unidos los marcó la capitana norteamericana.
Preguntada por los periodistas tras el choque si se sentía emocionada de pensar en ser recibida en la Casa Blanca si Estados Unidos gana el Mundial. «No iré a la puta Casa Blanca», respondió Rapione, continuando la polémca con el presidente Trump después de que éste se refiriera a ella: «No es apropiado lo que ha decidido hacer Rapinoe».
Las acciones irreverentes de Rapinoe hacia todo lo que tiene que ver con Trump no son nuevas, incluso de antes de que éste fuera elegido, desde la campaña electoral. Rapinoe se ha convertido en la portavoz de las reivindicaciones del fútbol femenino en Estados Unidos.
La capitana está comprometida en su lucha contra la discriminación social de todo tipo. Además, en 2012, reconoció abiertamente su homosexualidad y desde entonces se ha convertido en la deportista más activa del mundo del colectivo LGTBIQ+ (Lesbianas, gays, bisexuales, intersexuales y queers).
“I’m not going to the fucking White House.” – @mPinoe pic.twitter.com/sz1ADG2WdT
— Eight by Eight (@8by8mag) 25 de junio de 2019
