La Fundación Espriu es una entidad privada sin ánimo de lucro que tiene como objetivo promover, investigar y divulgar la gestión cooperativa de la sanidad. Carlos Zarco, director general de la misma, explica en Vidas Insuperables su fórmula de organización y autogestión basada en una relación de confianza y cercanía entre médicos y pacientes.
En mundo globalizado como el actual, las sinergias empresariales y sociales son imprescindibles para aunar y optimizar esfuerzos y recursos. En el ámbito de la salud, la Fundación Espriu lleva 30 años impulsando el cooperativismo sanitario.
Esta iniciativa permite organizar una asistencia sanitaria que respeta los derechos de los pacientes y de los profesionales sanitarios. Su éxito se basa en la estrecha colaboración de ambos colectivos como valor social sostenible.
“El cooperativismo sanitario consiste, como en cualquier tipo de trabajo cooperativo, en que los intereses particulares de los médicos se ponen en común. Ese compromiso origina que se den unas mejores condiciones y una estabilidad en el trabajo, que se genere un salario justo para los médicos que trabajan y que se reinvierta todo el dinero que se pueda ganar de excedente”, explica Carlos Zarco, director general de Fundación Espriu.
Además, desde la fundación se encargan de fomentar la asistencia sanitaria de máxima calidad donde los profesionales pueden ejercer su trabajo con total libertad.
“El origen de la Fundación consistía en hacer una cooperativa de médicos que les proporcionase unas mejores condiciones de trabajo y una mejor relación con sus pacientes. Que el paciente pudiese elegir al médico y el médico pudiese elegir al paciente. Todo esto tiene mucho más valor porque, aunque la fundación tiene 30 años, el Doctor Josep Espriu pensó este modelo en los años 60”.
La Fundación Espriu engloba a instituciones españolas como Asisa, Autogestió Sanitària SCCL, Instalaciones Asistenciales Sanitarias Scias SCCL y Lavinia SCoop, que trabajan para incrementar el valor social y el capital humano del sector, situando al paciente en el eje de sus actuaciones y reinvirtiendo los beneficios en la mejora de la calidad asistencial.
Las entidades de la Fundación Espriu se caracterizan por no tener ánimo de lucro mercantil y porque mantienen un compromiso real con las personas y el entorno que las rodea. Además, todas las partes interesadas participan en la gestión, son organizaciones privadas pero de carácter abierto y con disposición plena a colaborar con la sanidad pública.
Tercera vía sanitaria
“Somos una tercera vía ante la medicina pública y la medicina privada. Somos una organización sin ánimo de lucro ya que, aunque una de nuestras principales ocupaciones es ganar dinero para ser sostenibles y poder mantener los puestos de trabajo que origina, todo el dinero que genera se reinvierte, ya sea en los puestos de trabajo de los que conformamos la cooperativa, o en equipos, hospitales, innovación, etc”, explica Zarco.
“En España somos un sistema complementario al sistema nacional de salud, ayudamos a descongestionarlo y abaratar un poco su coste. Quien utiliza la medicina cooperativa no necesita la medicina pública, y eso supone un ahorro para el propio estado. Mientras que en otros lugares del mundo es su principal sistema de salud”, continúa.
Dependiendo de en qué lugar del mundo nos encontremos, se puede hablar de un cooperativismo que es complementario al Sistema Nacional de Salud, como podría ser el caso de España, o un cooperativismo que puede ser el principal Sistema de Salud de un país, como es el caso de Brasil.
“En Brasil hay una cooperativa de médicos fundada a imagen y semejanza de Lavinia y Autogestió Sanitària. Esta cooperativa de médicos brasileña se llama Unimed, y atiende a más de 20 millones de brasileños, por lo que podemos decir que se trata de su principal sistema sanitario”.
Reconocimiento internacional
A nivel internacional la Fundación Espriu está reconocida como la segunda cooperativa más importante del mundo en el ámbito de la salud. Sin embargo, a nivel nacional no han tenido tanto reconocimiento, por eso buscan darse a conocer en España tras 30 años ofreciendo sus servicios.
“Por devenires de la vida la Fundación ha tenido más repercusión a nivel internacional que nacional, estamos intentando que se nos conozca aquí. La cooperativa no tiene ánimo de lucro, todas las instituciones son absolutamente democráticas y sometidas a elección. Además, la adaptabilidad de las cooperativas sanitarias es mucho mayor que la de las empresas al uso que tienen que dar respuesta a los inversores que han puesto su dinero en esa cooperativa”.
Para celebrar su 30 aniversario como entidad de referencia, desde la Fundación Espriu han seguido sus valores y se han alejado de grandes celebraciones para reinvertir los beneficios obtenidos, en proyectos que promueven el cooperativismo sanitario.
Plataforma global de buenas prácticas
“El dinero que podíamos destinar a celebrar el aniversario lo estamos destinando, por ejemplo, a un proyecto que tenemos en marcha con la Organización Internacional de Trabajo y la Agencia Suiza de Ayuda al Desarrollo. Estamos desarrollando una plataforma global para poner al alcance de todo el mundo mejores prácticas, las lecciones aprendidas, la legislación de cada país, etc. Es una ayuda para aquel que quiera emprender en hacer una cooperativa médica, que cuente con toda la información posible”.
Actualmente se encuentran trabajando en otros proyectos piloto, como el que están llevando a cabo en Camerún, Kenia, donde la ONU les invitó hace unos días. “El secretariado general de Naciones Unidas cree que las cooperativas de salud tienen una posición única para dar cobertura a los objetivos de salud sostenible que hablan de bienestar y salud, y al reto más importante al que se enfrenta el mundo que es la accesibilidad al sistema sanitario en todo el mundo”.
Desde la presidencia rotatoria del G20, que en 2017 correspondió a la canciller alemana Angela Merkel, se estableció la asistencia sanitaria como una de sus prioridades, poniendo en marcha la Iniciativa de Salud del B20, en la que participa Zarco. “Según los cálculos del B20 en el que participamos también hace dos años, se reconoció por primera vez que más de 100 millones de familias del mundo tienen acceso a la sanidad gracias a las cooperativas de salud”.