Tener el hábito de lavarse bien las manos es primordial, por higiene, para huir de los virus y evitar el riesgo de infecciones alimentarias.
Tal y como se indica desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), debemos mojarnos las manos con agua tibia o fría, cerrar el grifo y enjabonarse las manos hasta que haga espuma.
Los expertos recomiendan refregar palma con palma, en la parte posterior de las manos entre los dedos y debajo de las uñas. El lavado debe durar, al menos, 20 segundos. Por último enjuagarse bien y secarse con una toalla limpia
