Antidisturbios utilizan gas pimienta para disolver a una manifestación y el viento les juega una mala pasada

Fue peor el remedio que la enfermedad. La Policía de Bulgaria hizo frente a un grupo de personas que se manifestaban frente al Parlamento del país utilizando gas pimienta. Sin embargo una racha de viento les traicionó y fueron los propios agentes los que acabaron «desalojados».

Frente al Parlamento se formó un cordón policial que impedía el paso de los manifestantes. Cuando los altercados fueron en aumento, los policías decidieron rociar a los presentes con gas pimienta para disuadirlos.

La mala suerte se alió con los policías y una ráfaga de viento terminó con sus intenciones al volver el arma en su contra.