Borrell pide a los independentistas que dejen de hacer el «ridículo» comparando a España con Venezuela

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, reclamó este martes a las formaciones independentistas que no hagan el «ridículo» comparando a la España de Pedro Sánchez con la Venezuela de Nicolás Maduro.

Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, en respuesta al senador del PDECat Josep Lluís Cleríes sobre si asume las declaraciones de la secretaria de la España Global, Irene Lozano, relativas a la preparación de vídeos y campañas para combatir la desinformación independentista durante el juicio del ‘procés’.

El ministro explicó que Lozano tiene la «misión política» de explicar la vertiente democrática de España con el fin de reaccionar ante los intentos de «desacreditar el país y sus instituciones».

Comentó que en Europa existe una «preocupación» por las «noticias falsas» y la «desinformación». el «mayor reto» al que se enfrentan las democracias y las sociedades europeas».

Esto le sirvió para poner de manifiesto la ironía de que los independentistas «hablen de tenderetes propagandísticos», cuando la Generalitat se utiliza «el dinero de todos los catalanes inundando las redes sociales hablando mal de la realidad de España».

Defendió la conveniencia de contar con organismos como el de la España Global, tal y como cuentan con alguno similar «los países de nuestro entorno».

Recomendó a los independentistas que dejen de hacer el «ridículo» comparando a la España de Sánchez con la Venezuela de Maduro, una analogía que «nadie con sentido común e información en Europa» acabará por creerse.

Por su parte, Cleríes acusó a Borrell de ser el «ministro de la propaganda» y al intentar ocultar que España cuenta con una democracia «deteriorada» con personas «perseguidas por sus ideas políticas, presos políticos y exiliados».

Por otro lado, Borrell acusó a Jon Iñárritu (Bildu), quien le preguntó por la misma cuestión que Cleríes, de carecer de legitimidad para hablar de derechos humanos al pertenecer a un partido que procede de Sortu y éste, a su vez, de Herri Batasuna, «brazo político de la banda terrorista ETA».