El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, mostró este miércoles de manera muy gráfica su perplejidad después de que ayer la Policía se incautase de teléfonos móviles y ordenadores de dos informadores de Europa Press y ‘Diario de Mallorca’ con el objetivo de identificar una filtración sobre el `caso Cursach’: «Pensaba que eso había pasado en Venezuela».
Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, durante su intervención en un encuentro informativo organizado por el diario ABC en el Casino de Madrid, después de que los periodistas le formularan la siguiente pregunta: «¿considera el ministro que en un país democrático y moderno puede entrar la Policía en una redacción requisando móviles y ordenadores violando el secreto profesional?»
La pregunta se formuló a colación de los registros e incautaciones ordenados por el juez de instrucción número 12 de Palma de Mallorca, que mantiene la causa bajo secreto de sumario, respaldado por la Fiscalía. El ministro confesó que desconocía lo sucedido y se abstuvo de dar una opinión fundada al respecto. No obstante, expresó que «pensaba que eso había pasado en Venezuela».