Sólo ERC y Compromís apoyan el recargo fiscal a la banca que propone Unidos Podemos

El Pleno del Congreso de los Diputados rechazará este martes admitir a trámite una proposición de ley de Unidos Podemos para aumentar del 30% al 40% el Impuesto de Sociedades a las entidades bancarias, que sólo recibió el apoyo de ERC y Compromís.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, presentó en persona la iniciativa leyendo la referencia de la Constitución a que “todos” pagarán impuestos de forma progresiva y asumiendo que su grupo tuvo que “ceder” y renunciar a meter este punto en el acuerdo de Presupuestos con el Gobierno, por lo que tuvo que posponerlo a hoy.

Seguidamente, preguntó si los bancos pueden pagar sin poner en riego la estabilidad, y se contestó señalando que los 60.000 millones que empleó el Estado en el rescate bancario son más que los presupuestos educativos del Estado y todas las comunidades autónomas y que en países como Estados Unidos, Reino Unido y Holanda sí se ha recuperado el dinero del rescate más intereses.

Para Iglesias, en España “falta voluntad política” para hacerlo y para sancionar a las entidades que repercutieran el recargo en los clientes, y comprensión de que “la democracia se abre paso contra los poderosos” y de que a los propios bancos les interesa que el Estado, gracias a sus impuestos, tengan mejores infraestructuras y servicios sociales, pues “viven de los depositantes”.

Personalizadamente, al PP le pidió el voto a favor para cumplir su promesa de que el rescate bancario no iba a costar nada a los contribuyentes; a Ciudadanos para quitarse el “sambenito de que son el partido del Ibex”, y al PSOE porque el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo antes de acceder al cargo que la banca debía devolver la ayuda que le prestó el Estado. “¿Qué ha pasado desde enero?”, le preguntó, insinuando que quizá “empiezan a sonar los teléfonos” como cuando el Tribunal Supremo revisó la sentencia de las hipotecas contraria a estas entidades.

En nombre de ERC, Joan Capdevila coincidió en que “es de justicia” que los bancos, indirectamente, devuelvan lo que deben a los ciudadanos, después de que el Estado les rescatara por ser “demasiado grandes para caer”, aunque “un poquito menos grandes de lo que son ahora”. Denunció la práctica de “privatizar beneficios y socializar pérdidas” y permitir que el “oligopolio” bancario, ya sin rivales caídos, aumenten sus beneficios, los salarios de sus dirigentes y los precios a los usuarios.

En el de Compromís, Ignasi Candela sólo afeó que Unidos Podemos llamara a su impuesto “recargo de solidaridad” cuando no es solidaridad, sino justicia, porque sin justicia social no hay democracia. Así, dijo que esperaba que el PSOE fuera “valiente, porque rescatar el dinero de la banca es rescatar la democracia”.

Fueron los dos únicos grupos parlamentarios que apoyaron la iniciativa. Desde el PP, Miguel Ángel Paniagua puso en duda que los bancos ganen ya más que antes de la crisis, y acusó a Iglesias de querer “entgañar a la gente” y de castigar a los bancos que no fueron rescatados. En suma, la proposición le parece “pura publicidad aprovechando la hoguera contra la banca” y discriminatoria contra el sector, pero sin un mínimo análisis ulterior.

Pero también el potencial aliado más potente de Unidos Podemos, el PSOE, anunció por boca de su diputado Gonzalo Palacín que no apoyaría la iniciativa, aunque “a simple vista podemos compartir”su espíritu. Sin embargo, terminó rechazándola porque le parecen “más interesantes” y “más efectivas” las medidas de recaudación incluidas en el acuerdo de Presupuestos.

El portavoz de Hacienda de Ciudadanos, Francisco de la Torre, advirtió de que “el crédito es la sangre de la economía” y, “cuando se ponen impuestos a todo lo que se mueve, las cosas se dejan de mover”. Además, señaló que quienes tendrían que ser castigados son los políticos que fueron dirigentes de cajas de ahorros y que, si se imponía con un 40% a la banca y con un 25% a otras sociedades, la primera trasladaría su capital a esos negocios. Por último, subrayó que el incremento del 30 al 40% supondría que el Estado tendría que avalar con 40.000 millones y no con 30.000.

Ni el PDECat ni el PNV apoyaron tampoco la iniciativa. Tanto Ferran Bel como Idoia Sagastizábal coincidieron en dudar de su efectividad cuando el acuerdo de Presupuestos entre Gobierno y Unidos Podemos fija en el 18% el tipo mínimo de Sociedades para los bancos. Bel concluyó que la propuesta era “de cara a la galería” y emplazó al grupo proponente a una reforma fiscal “en serio”. Sagastizábal, en la misma línea, pidió una reforma “integral, progresiva y a largo plazo”, recordó que el grueso del rescate fue a las cajas de ahorro y le reprochó que no incluyera la autonomía de las haciendas vasca y navarra.