Los pasos que sigues para conseguir una selfie ‘perfecta’

Cómo se construye un selfie en el siglo XXI

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Las redes sociales se han convertido en nuestra ventana al mundo. Y también en el espejo a través del cual nos mostramos a los demás. Es por eso que su influencia en nuestras vidas, en nuestras costumbres y psicología es enorme. Eso es así especialmente entre las generaciones más jóvenes, que han crecido ya con el móvil en el bolsillo.

Un estudio sociológico llevado a cabo en Reino Unido concluye que un tercio de las adolescentes y mujeres jóvenes no subirían un “selfie” a sus perfiles sin antes retocar la foto o aplicar un filtro. Además, un porcentaje similar reconoce haber borrado fotos que tenían pocos “likes” o comentarios.

La mitad de las encuestadas admite que retoca sus fotos habitualmente para mejorar su aspecto y “conseguir aceptación”. Estas son las principales conclusiones del informe anual sobre actitudes en chicas jóvenes, publicado todos los años en Reino Unido por la oenegé Girlguiding.

«Todo el mundo parece perfecto»

Según los datos de dicha encuesta, el 34% de las chicas de entre 11 y 21 años dicen que nunca subirían una foto suya sin antes retocarla con un filtro. Los investigadores han descubierto que, a mayor edad, aumenta ese porcentaje.

El 33% de las encuestadas dice haber borrado fotos que “no habían conseguido la suficiente atención”. Para obtener estos datos, la oenegé entrevistó a 2186 chicas de todo Reino Unido de entre 7 y 21 años.

En el informe que han elaborado sostienen que el incremento del tiempo online durante el confinamiento, sumado a la exposición a modelos de belleza poco realistas, ha aumentado la presión sobre el aspecto físico de las chicas.

El 39% de las 1473 chicas de entre 11 y 21 años reconocen sentirse frustradas por no poder tener en la vida real el mismo aspecto que tienen en redes sociales. El 44% dice que en alguna ocasión ha renunciado a subir una fotografía por el miedo a que criticasen su cuerpo.

Una de las encuestadas dijo: “Se me hace difícil estar en Instagram porque todo el mundo parece perfecto, y eso perjudica la confianza en mí misma”.

Phoebe Kent, abogada de Guirlguiding, ha declarado que la “cultura influencer” ha sido uno de los fenómenos más dañinos creados por las redes sociales: “Si yo fuese una chica de colegio pensaría `¿cómo puede ser que todo el mundo luzca tan bien en su vida online?`”

Kent cree que “como ya tengo una edad, soy capaz de criticar lo que veo en redes, y asumirlo, pero entre las chicas más jóvenes eso es desolador para su autoestima”.

“He conocido a mucha gente que se ha ido de las redes sociales porque no pueden soportar el daño que les hacía a su bienestar. Las redes sociales están teniendo un impacto muy claro en la salud mental de muchas chicas jóvenes”.

Añade que “es una vergüenza que haya chicas teniendo que abandonar las redes e intentando cambiar su aspecto para confiar más en sí mismas. El problema es que muchas de las cosas que ven en redes sociales no son realistas”.

Publicidad y presión

Ocho de cada diez encuestadas de entre 11 y 21 años han pensado alguna vez en cambiar su aspecto. Más de la mitad piensa que conseguirlo les haría sentirse mejor consigo mismas.

Más de la mitad de las chicas aseguran haberse sentido presionadas para cambiar tras ver publicidad en Internet. Este porcentaje aumenta hasta el 67% en las chicas LGTB.

Angela Salt, directora ejecutiva de Girlguiding, ha explicado que “la gente joven es una parte esencial de nuestra recuperación como sociedad. Y al mismo tiempo es uno de los grupos más golpeados por el impacto de la pandemia. Estamos orgullosas de ofrecerle ayuda a las chicas para afrontar las presiones a las que se ven sometidas”.

Pero entonces, ¿cómo hacerse el selfie perfecto?, ¿cómo sacarnos ese selfie sin sentir nuestra autoestima herida en comparación con los demás?

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Iluminación

Hacerse un selfie es ya todo un arte. Hay expertos y estudiosos del tema que tienen en cuenta todas las variables posibles a tener en cuenta. Se dice que no hay mejor hora para hacerse un selfie que el mediodía o al atardecer, pues la luz de ese momento favorece la imagen.

En cualquier caso, habría que evitar los momentos de mayor oscuridad y tener cuidado con las sombras.

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