El 84,9% de la población española adulta, es decir, 30 millones de personas, participa en juegos de azar en 2019, según se desprende de la XI edición del Estudio ‘Juego y Sociedad’, desarrollado por el profesor de Sociología y miembro del Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III de Madrid José Antonio Gómez Yáñez, y por el abogado y miembro del Consejo de Estudios de Políticas y Legislación del Juego, Carlos Lalanda.
«En España jugamos todos», ha afirmado este miércoles Gómez Yáñez durante la exposición de los principales resultados del estudio, impulsado por el Consejo Empresarial del Juego (Cejuego).
De este modo, el porcentaje de españoles que participan en la actualidad en juegos de azar de cualquier tipología es inferior al que se registraba antes de la anterior crisis (2007), cuando se superaba el 90%. «La inmensa mayoría de quienes juegan lo hace responsablemente, sabe que tiene un coste, como la entrada a un espectáculo», ha afirmado el profesor.
Según los datos del informe, los juegos basados principalmente en la suerte siguen siendo la opción mayoritaria para los españoles, repartida en Lotería de Navidad (25,8 millones de compradores), Lotería de El Niño (14,5 millones), loterías primitivas (14 millones) y cupones de la ONCE (8,5 millones).
En este sentido, los investigadores destacan que los Rascas de la ONCE son, por segundo año consecutivo, la opción de juego con mayor crecimiento con un 9,9% de participación y la que atrae al público más joven, el 50,5% de sus jugadores son menores de 35 años.
En relación con a los juegos de gestión privada, el estudio indica que 6,5 millones de personas han ido alguna vez a un casino, bingo, salón de juego o han apostado o jugado en alguna máquina en un bar.
Respecto al perfil de los clientes de estos juegos, los autores del estudio señalan que es «muy variado, con público objetivo diferente, de edades variadas ente los 18 y 75 años y de todos los estatus sociales».
Asimismo, según la investigación, durante el año 2019, 2,2 millones de personas han jugado en casinos; 2,4 millones en bingos; 3 millones en salones de juego; y 1,5 millones en máquinas B de hostelería, conocidas como máquinas recreativas.
En cuanto al juego online, el gasto en España se sitúa por debajo de los 800 millones de euros al año, lo que representa el 7,7% del gasto total en juego en 2019.
En este caso, 1,5 millones de personas se conectaron al menos una vez al año para jugar por internet, con una media mensual de 630.000, de los que 300.000 juegan establemente, es decir, un 0,9% de la población entre 18 y 75 años.
«Pasada la novedad, el comportamiento típico de quienes juegan por Internet se asienta: las sesiones de juego se abrevian y las cantidades gastadas se mantienen en niveles similares a cualquier otro hobby», sostienen los autores del estudio.
Por otro lado, la investigación detalla que la tipología de usuarios es «muy heterogénea y no permite definir un perfil concreto de jugador», siendo prioritariamente hombres entre 26 y 35 años (34,4%).
Los autores destacan que, según los datos del estudio, la tasa de juego problemático en España se mantiene estable, con un 0,3% de la población entre 18 y 75 años. «Este porcentaje posiciona a España como segundo país con la tasa más baja entre los países con datos disponibles, coincidiendo con Noruega, lo que imposibilita empíricamente afirmar un problema de juego en la sociedad española», añaden.
En la presentación del estudio, el director general de Cejuego, Alejandro Landaluce, ha asegurado que «la población española participa de forma generalizada y responsable del juego como actividad de ocio». Además, ha instado a «todas las administraciones» a llevar a cabo estudios como este y a que «se basen en datos antes de tomar sus decisiones».
Preguntado sobre si recurrirá a Bruselas el real decreto sobre la publicidad de las casas de apuestas y el juego ‘online’, Landaluce ha insistido en que la postura de Cejuego es que los horarios restringidos para la emisión de anuncios deben ser para todo el sector del juego, público y privado. «Aplicaremos a todos los sitios donde creamos que es necesario», ha zanjado.
