La pulsera mágica que te curaba de todo y otros productos que hoy sabes que no servían para nada

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Nuestras madres y sobre todo nuestras abuelas se han rodeado toda la vida de ciertos objetos que decían que tenían unas ventajas y realmente no servían para nada. Las pulseras mágicas, las enciclopedias, los libros de viajes, ungüentos u otros tipos de cosas que están por casa cogiendo polvo. Tras haberse gastado el dinero, se han dado cuenta de que su utilidad era nula.

De ello se ha encargado muy mucho la teletienda y los charlatanes a domicilio. Si querías un colchón, veías que anunciaban en televisión el más cómodo del mercado. Pero además del colchón te regalaban una pulsera que cura tus males, una máquina de masajes y la enciclopedia rusa del percebe. Pues nuestras abuelas decían que, para adelante, que todo, en algún momento serviría. Hoy, vamos a dar un repaso a esos objetos que tenemos por casa y que al final nunca los hemos estrenado.

Pulsera medicinal

Pulsera

De esta pulsera hemos tenido constancia a lo largo de la historia. Incluso creemos que los neandertales ya la usaban para curar todos sus males. En los años 60 y 70 venían en metal y con dos bolitas que decían que eran las que transmitían una energía que nos reponía de todos nuestros males. Todavía no conocemos a nadie inmortal gracias a la pulsera.

En los años 90 a las dos feas bolas de metal se les introdujo piedras exóticas procedentes del vertedero de al lado de casa. Estas piedras hechas de quitina de moroqui y de jalea de Senegal emitían un halo que nos protegía de todo virus. Ya en los años 2000 vimos como una pulsera de plástico con un sellito de metal y que valía 30 euros nos protegía hasta del mal de ojo. Todos estos objetos al final han resultado ser una estafa.

Figuritas de comuniones y bodas

Figuras

Todos tenemos por casa una bolsa de almendras azucaradas y una figurita y postal de comunión del sobrino o del primo tercero de nuestra bisabuela. Un objeto que se entregaba como detalle por una celebración y que a todos los invitados en aquella época les hacía muy feliz. A día de hoy hemos determinado que solo son objetos atrayentes del polvo que no tienen más utilidad.

Realmente no nos interesa que Carlitos realizara su comunión el 4 de julio de 1954. Pero hay casas donde el nivel va más allá. En ciertas comuniones y bodas, la tarta de cortaba con un espadón toledano. Era una suerte si tu padre o tu abuelo lo pedía como recuerdo y te lo regalaban. Ahora o lo utilizas para espantar okupas y te metes en un lío o no te sirve ni para empeñarlo.

La flamenca de la televisión

Flamencas

Si hay un objeto inútil por antonomasia esa es la gitana de encima de la televisión. Esa bailaora flamenca parecida a la Pantoja que te comprabas en tu primer viaje a Benidorm y que ponías sobre la telita cosida por tu abuela encima de la tele. Esa flamenquita nos ha hecho famosos en el mundo entero.

No hay programa japonés en donde hagan referencia a España y no esté el torito y la bailaora gitana encima de la televisión. Y es que en los años 60 y 70 eso era Marca España. Hoy lo son otras cosas, pero hace años, se nos reconocía por eso mismo. Todos los que tenían o tienen a esa bailaora encima de la televisión gorda sabrán bien que atraen el polvo 5 veces más que otros objetos.

Figuritas de porcelana

Figuritas

Otro de esos objetos que sirven como decoración pero que han pasado a la historia son las figuritas de porcelana. Toda casa de los 70 y 80 tenían en sus estanterías algunas de estas figuritas. Ya fueran más caras o de menos calidad, todas las tenían.

En algunas casas se guardaban bajo llave tras un armario con puertas de cristal. Daba igual, aún así, el polvo seguía cubriendo esas figuras. Con esto no estamos diciendo que nuestras abuelas y madres fueran unas marranas que no limpiaban, al contrario, las mantenían impolutas. Pero al día siguiente de limpiarlas, volvían a tener suciedad.

La colección de dedales

Dedales

Otro de esos instrumentos de abuelas son dedales. Otro de esos objetos turísticos que se pueden adquirir en cualquier lugar que visitamos son dedales con motivos de ese lugar. Había muchas casas en las que se coleccionaban estos dedales. Los había de todo tipo de materiales.

También los teníamos de distintos lugares. En este caso solo servían como recuerdo de los lugares que nuestros abuelos habían visitado, porque para el uso de costura eran inservibles. Y es que no te cabía el dedo o eran demasiado grandes. Además, daba penica destrozarlos.

Vajilla de repuesto

En toda casa de clase media había 3 vajillas. La del día a día, la de navidad y la de repuesto. Normalmente la de repuesto nunca se ha utilizado y ha permanecido cerrada en su caja sin que hubiera sido estrenada.

Sin embargo, cuando se rompía un vaso y un plato, había drama familiar, pero nunca nuestra madre o abuela pensó en restituir el plato o el vaso con alguno de la vajilla nueva. Y es que, para ellas, que todos los platos fueran similares era algo imprescindible. Así que cuando se rompían muchas piezas, se prefería comprar una vajilla nueva a abrir la de repuesto.

El traje de boda

Boda

La boda es el día más feliz de la vida de algunas personas. Pero es otro de esos objetos que guardamos y son inservibles totalmente tras su uso. Y es que lo más normal es no entrar en el traje tras 2 o 3 meses después de la boda.

Además, es algo que da bastante pena cuando abrimos el armario de nuestra abuela y nos encontramos el amarillento vestido del día de su matrimonio, roído por el tiempo y ajado por las polillas. Un objeto inservible, sí, pero con gran valor sentimental.

Botes de cristal usados

Botes Cristal

Los por si acaso han sido muy españoles desde siempre. Hay casas con armarios llenos de botes de cristal en donde venían las judías y los garbanzos. También hay distintos tarros de cristal de yogures.

Nuestras madres y abuelas siempre los han guardado por si acaso. Por si acaso alguna vez los necesitaban, pero nunca llegaba ese momento. Otros de esos objetos inútiles e inservibles.