Finales abiertos permiten llevarse la historia como «un regalo»

Presenta el filme en San Sebastián sobre «la universalidad de la experiencia humana», con Colin Firth y Stanley Tucci como protagonistas

El director y guionista Harry Macqueen (Leicester, Reino Unido, 1984) ha señalado que finales abiertos como el de ‘Supernova’, que presenta en la Sección Oficial del 68 Festival Internacional de San Sebastián, permiten al público «llevarse esa historia con ellos, como si fuera un regalo».

Macqueen ha presentado, en rueda de prensa en el certamen donostiarra acompañado de los productores Emily Morgan y Tristan Goligher, este filme en el que una pareja madura, Sam (Colin Firth) y Tusker (Stanley Tucci), se enfrenta, tras 20 años juntos y enamorados, a la demencia prematura de uno de ellos, momento en el que deciden emprender un viaje por carretera para reencontrarse con sus amigos y familiares, y visitar los lugares de su pasado.

En el filme, los actores transmiten emociones más a través de silencios que de los diálogos, algo sobre lo cual Macqueen ha explicado que para él «el silencio es igual a la verdad». Sobre los temas que aborda ‘Supernova’, ha señalado que «el amor, la muerte y la vida, los tres elementos son en cierto modo la misma cosa» y esta película «trata de la universalidad de la experiencia humana».

Para el cineasta, ésta es una «película madura sobre el amor en un momento determinado de la vida» y, además, «no se han hecho muchas películas sobre el amor romántico en ese periodo de la vida», algo que le interesó. Preguntado sobre el final abierto de ‘Supernova’, el director ha señalado que no ha considerado lo que sucede después de la película. «No creo que es tan relevante y nunca lo ha sido ni siquiera cuando empecé a escribir el guión», ha confesado.

«Lo que me interesa es que las películas son una especie de regalo para el público y, si dejas el final abierto y no lo completas, permites al público llevarse esa historia con ellos, como si fuera un regalo», ha opinado, para añadir, a continuación, que «lo difícil es mantener el equilibro en contar lo suficiente, pero no demasiado». «Hay muchos finales potenciales, pero no sé cual prefiero», ha apuntado.

Por otro lado, ha afirmado que elegir a una pareja homosexual como protagonista ha sido «un acto político», porque hacer una película es «un acto político en sí». «Cuanto más normalicemos las cosas que son normales en la sociedad, que es en parte lo que ha hecho la película, estaremos mejor todos», ha subrayado, para añadir que el arte es eso: «dibujar o pintar un cuadro de una sociedad en la que te gustaría vivir».

Cuestionado sobre la eutanasia, Macqueen ha lamentado que, a su juicio, en estos momentos no se permite en Reino Unido, su país, a las personas «tener conversaciones honestas y maduras sobre qué hacer para finalizar la vida». «Esperemos que esto inspire a dar la conversación sobre cuándo nos cuidamos, cuándo llegamos al final de nuestro ciclo vital, una cuestión muy importante, el doble de importante en este momento que vivimos», ha opinado.

VENTANA

En cuanto al título de su película, Macqueen ha apuntado que representa el personaje de Tucci, porque Supernova es «una estrella que muere y al final explota, y cuando lo hace es la cosa más brillante que nos podemos encontrar».

«Tusker es un personaje que ilumina una habitación y también se está enfrentando a su inminente muerte. Es una comparación muy sencilla, pero ofrece una ventana a los temas de más relevancia que aborda la película», ha reflexionado.

Finalmente, ha relatado que a la hora de rodar sobre la demencia ha estado «años aprendiendo» sobre esta enfermedad y «pasando tiempo con personas que viven y sufren la demencia en todas sus facetas». «Es una de las experiencias más conmovedoras que he vivido. La película procede de ese tiempo intenso de investigación», ha concluido.