Si hay un país que tiene en marcha una gran cantidad de proyectos con los que lograr hallazgos científicos, ese es China, que sigue avanzando en este sentido a través de una perforación histórica que se ha llevado a cabo en el país asiático, en un estudio que puede marcar un antes y un después en la historia.
Tras llegar a 700 metros de profundidad, se han iniciado las investigaciones y, tras sus primeros meses en funcionamiento, se han conocido los primeros resultados que permiten resolver algunos misterios de la física, desmontando de esta forma los modelos teóricos que se manejaban hasta el momento.
CHINA PERFORA HASTA 700 METROS DE PROFUNDIDAD

Después de sorprender al mundo con un tren submarino de alta velocidad, China sigue adelante con sus proyectos de investigación y desarrollo. Ahora ha conseguido dar un paso adelante notable en física de partículas con la activación del Observatorio Subterráneo de Neutrinos de Jiangmen (JUNO).
Esta es una instalación que se sitúa a 700 metros de profundidad, cuyo enorme detector esférico ha confirmado una discrepancia clave en el estudio de los neutrinos: la llamada tensión solar. Esta anomalía, que se aprecia desde hace años, sigue manifestándose sin explicación, incluso con la precisión alcanzada durante los primeros 59 días de operaciones.
Los datos recopilados entre el 26 de agosto y el 2 de noviembre han permitido medir con todo detalle los parámetros que describen las oscilaciones de estas partículas. Sin embargo, la diferencia entre los resultados obtenidos con neutrinos solares y los registrados a través de reactores nucleares continúa sin converger, lo que obliga a la revisión de los modelos teóricos actuales.
Esta confirmación ha sido dada a conocer por parte de la Academia China de Ciencias, responsable del proyecto junto a un consorcio internacional de especialistas.
EL DETECTOR SUBTERRÁNEO DE CHINA

En el centro de este experimento que está desarrollando China se encuentra una esfera acrílica de 35 metros con 20.000 toneladas de líquido centelleador. Cuando un neutrino genera una interacción mínima dentro de este medio, se produce un destello que captan los 45.000 fotomultiplicadores instalados alrededor de la estructura.
Gracias a esta tecnología, JUNO consigue aislar las señales extremadamente débiles que atravesarían la materia sin dejar huella en condiciones normales. La instalación se encuentra ubicada bajo una gruesa capa de granito en la provincia de Cantón, un entorno que protege el detector frente a interferencias externas.
Este aislamiento, que se une a la capacidad que tiene para medir a través del sistema óptico que tiene instalado este sistema desarrollado por China, ha permitido conocer que la sensibilidad del observatorio responde a las exigencias que se han previsto durante su desarrollo. Gracias a JUNO, se pueden llegar a desmontar modelos teóricos que se creían hasta la fecha.
EL OBJETIVO DE CHINA CON JUNO

Este proyecto, impulsado desde 2008 por la Academia China de Ciencias, cuenta con más de 700 investigadores de 17 países. Entre sus principales metas se encuentra el poder determinar el orden de las masas de los neutrinos, una cuestión clave para comprender su papel en la estructura del universo.
Los responsables del observatorio aseguran que las primeras mediciones que se han recogido permiten confirmar el gran potencial del detector para poder llegar a conocer información de relevancia para la comunidad científica. Sin embargo, más allá de su misión principal, JUNO está preparado para estudiar neutrinos procedentes de supernovas, de la atmósfera o del interior de la Tierra.
Con una vida útil de unos 30 años, el observatorio podría dedicarse al análisis de procesos que son extremadamente poco habituales, que ayudarían a determinar si las partículas son su propia antipartícula, una posibilidad que tendría importantes implicaciones para la física de partículas, así como en el terreno de la cosmología.
Las primeras conclusiones de este proyecto no hacen más que fortalecer la posición de China en el terreno de la investigación subterránea de neutrinos, situando a JUNO como el primer experimento de nueva generación en funcionamiento.
El portavoz del proyecto, Wang Yifang, aseguró acerca de los primeros resultados que conseguir este nivel de precisión en un periodo de apenas 2 meses no hace más que demostrar que "JUNO está funcionando a la perfección".
FUTURAS METAS DE LA INFRAESTRUCTURA CHINA

Mientras China advierte sobre el riesgo de la IA en manos terroristas, también continúa con estas investigaciones que son de gran relevancia a nivel mundial. Con una vida útil prevista de tres décadas, en este observatorio también se asumirán futuras investigaciones.
JUNO es el primero de una nueva generación de grandes experimentos sobre neutrinos en entrar en funcionamiento, aunque no es el único, ya que están en planificación otras iniciativas similares en Estados Unidos (Deep Underground Neutrino Experiment) y Japón (Hyper-Kamiokande), que se pondrán en marcha antes de terminar esta década.
Como decimos, JUNO es un observatorio subterráneo gigante situado en China, siendo el detector de neutrinos más grande del mundo. Está diseñado para el estudio de los neutrinos y resolver misterios fundamentales de la física, como el orden de sus masas y su papel en el universo, utilizando para ello un enorme tanque de líquido centelleador con el que detecta sus interacciones.
Es muy importante, siendo un hito en la física de partículas y la astrofísica, colocando de esta forma a China a la vanguardia en la investigación de neutrinos. Es parte, además, de una colaboración científica global, en la que hay participación de científicos de muchos países.
El experimento JUNO es muy ambicioso y, aunque la Academia de Ciencias de China proporciona fondos, la colaboración es internacional. Aunque estaba previsto que comenzase a tomar datos en 2021, finalmente comenzó el 26 de agosto de 2025. JUNO es el detector esférico transparente más grande del mundo.
Una vez más, China demuestra su gran potencial para poder llevar a cabo todo tipo de investigaciones y proyectos, siendo uno de los países más activos a nivel científico, con grandes aportes de los que puede aprovechar todo el planeta para aumentar el conocimiento acerca de diferentes asuntos.







