La OMS cambia las reglas: esta es la cantidad máxima de alcohol en Navidad sin riesgos

Llegan las fechas más esperadas del año y la Organización Mundial de la Salud ha lanzado una actualización crucial de sus directrices sobre el consumo de bebidas alcohólicas para esta temporada festiva.

Todos asumimos que diciembre es sinónimo de brindis continuos y cierta permisividad, pero la OMS ha decidido poner cifras exactas a la cantidad máxima de alcohol en Navidad para evitar daños irreversibles en nuestro organismo. Resulta vital entender que la moderación estricta es la única herramienta eficaz para evitar accidentes cerebrovasculares y problemas cardiacos. No se trata de prohibir el disfrute social, sino de ajustar las copas que nos servimos a una realidad biológica que a menudo ignoramos entre polvorones, villancicos y la euforia del momento.

La normativa para 2025 es tajante y pretende erradicar la costumbre de beber sin medida durante las cenas, estableciendo un tope diario que sorprenderá a muchos por su rigurosidad técnica. Debemos tener claro que las nuevas guías limitan a una copa diaria para ellas y dos para ellos. Este cambio de paradigma en el consumo de bebidas fermentadas y destiladas busca frenar el drástico aumento de intoxicaciones etílicas que colapsan las urgencias hospitalarias españolas cada final de año.

ALCOHOL: EL FIN DEL MITO DE ACUMULAR COPAS PARA EL SÁBADO

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Una de las creencias más extendidas y peligrosas en España es pensar que si no bebes nada entre semana, puedes gastar todo ese "crédito" de golpe en la cena de Nochebuena o la fiesta de fin de año. Los expertos advierten que el cuerpo humano no funciona como una cuenta de ahorro donde se acumulan excesos. Esta ingesta de alcohol concentrada en pocas horas, conocida técnicamente como "binge drinking", es infinitamente más agresiva para el hígado y el sistema nervioso central que un consumo moderado y espaciado en el tiempo.

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El organismo sufre un choque tóxico agudo cuando recibe tal cantidad de etanol de golpe, independientemente de lo sano y abstemio que hayas sido de lunes a viernes en tu rutina habitual. Es importante recalcar que el daño celular es inmediato cuando se superan los límites recomendados por la organización sanitaria. Por tanto, la estrategia de "guardarse" para beber en las fiestas del fin de semana ha quedado totalmente desaconsejada y calificada de alto riesgo en este nuevo documento de referencia mundial.

POR QUÉ ELLAS SOLO UNA Y ELLOS DOS

Puede parecer una medida discriminatoria o anticuada a simple vista, pero la biología manda y las diferencias en la metabolización del etanol entre hombres y mujeres son una realidad científica ineludible. Ocurre porque las mujeres tienen generalmente menor cantidad de agua corporal y menos enzima alcohol deshidrogenasa. Esto provoca que las mismas copas de vino o cerveza generen una concentración de alcohol en sangre significativamente mayor y más dañina en el organismo femenino, acelerando los procesos de intoxicación.

Los hombres, por su constitución media y una mayor capacidad de procesamiento hepático, tienen un margen ligeramente superior antes de entrar en la zona de riesgo alto, aunque esto no supone una carta blanca para el descontrol. Recordemos que superar las dos unidades diarias dispara exponencialmente la probabilidad de sufrir accidentes o agresiones. Estos nuevos límites de consumo pretenden educar a la población sobre su vulnerabilidad biológica real, más allá de la resistencia física que cada uno crea tener en la barra del bar.

EMBARAZO Y CERO ALCOHOL: UNA REGLA INQUEBRANTABLE

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Si para el resto de la población hay márgenes estrechos pero existentes, para las mujeres gestantes la directriz de la OMS se mantiene firme y sin ningún tipo de matiz o excepción posible en estas fiestas. Está demostrado que el alcohol atraviesa la placenta libremente y afecta al desarrollo cerebral del feto. En este caso, cualquier brindis navideño con graduación, por pequeño que sea o aunque se mezcle con refrescos, supone jugar a la ruleta rusa con la salud neurológica del futuro bebé.

No existe una cantidad mínima segura durante la gestación, y los riesgos del espectro alcohólico fetal están presentes durante los nueve meses, no solo en el primer trimestre como se creía antiguamente. Los médicos insisten en que la única opción segura para la madre y el niño es la abstinencia total. La tentación social de tomar champán o sidra solo "para mojar los labios" en las campanadas debe descartarse radicalmente si queremos garantizar un nacimiento sin complicaciones evitables ni secuelas cognitivas.

LA PRESIÓN SOCIAL Y EL ARTE DE DECIR NO

En nuestra cultura mediterránea, rechazar una copa a menudo se interpreta erróneamente como un gesto de mala educación, aburrimiento o una señal de que algo va mal en nuestra vida personal. Resulta curioso cómo la presión del entorno nos empuja a beber incluso cuando no nos apetece realmente. Para gestionar el beber alcohol en Navidad sin caer en el exceso, es fundamental normalizar el consumo de alternativas sin graduación, como las cervezas 0,0 o los cócteles vírgenes, que nos permitan socializar igual.

Los anfitriones también tienen un papel crucial este año, debiendo ofrecer opciones atractivas y adultas que no impliquen graduación alcohólica para aquellos invitados que deseen cuidarse o deban conducir después de la velada. Hay que asumir que disfrutar de la compañía no tiene por qué ir ligado a la intoxicación etílica colectiva. Reducir el exceso de bebida en la mesa mejora sustancialmente la convivencia y evita esas discusiones familiares subidas de tono que a menudo surgen cuando el vino habla por nosotros.

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DISFRUTAR LAS FIESTAS CUIDANDO EL FUTURO

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Estas nuevas normas para 2025 no buscan aguar la fiesta a nadie, sino concienciar sobre la relación directa y probada entre el etanol y enfermedades graves como diversos tipos de cáncer o la cirrosis. Sabemos hoy que el riesgo de desarrollar siete tipos de tumores aumenta con el consumo regular y desmedido. Adoptar un consumo responsable durante estas semanas es, sin duda, el mejor regalo de salud preventiva que podemos hacernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.

Al final, la Navidad va de compartir momentos, risas y recuerdos, y nada de eso requiere tener una copa llena en la mano constantemente para ser auténtico o divertido. Tengamos presente que la mejor celebración es aquella que recordamos con claridad al día siguiente y sin malestar. Respetar esta cantidad de alcohol recomendada nos permitirá empezar el año nuevo con plena salud, energía renovada y sin la pesada mochila física y emocional que siempre dejan los excesos navideños.

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