El conflicto legal de ‘Pasapalabra’ viene de una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que, en 2022, obligó a la cadena a cesar la emisión de esa prueba final. El tribunal consideró que los derechos de propiedad intelectual no pertenecen a la productora que licencia el formato, sino a una empresa holandesa. Ahora, el Supremo tendrá la última palabra en una situación que podría cambiar la dinámica del concurso conducido por Roberto Leal.
Para entender la gravedad del asunto, hay que remontarse a noviembre de 2022. La Audiencia Provincial de Barcelona revocó entonces lo dictado por un juzgado mercantil y dio la razón a la empresa holandesa MC&F Broadcasting Production and Distribution C.V. (MC&F). Esta compañía había demandado a Atresmedia, acusándola de infringir sus derechos de propiedad intelectual sobre la prueba conocida como El Rosco.
La sentencia no solo condenó a Atresmedia a cesar la emisión de 'Pasapalabra' con esa prueba, sino que también le impuso una indemnización de 50.000 euros por los daños causados a MC&F. La clave del fallo radicó en la titularidad de los derechos. El tribunal consideró que El Rosco es, en sí mismo, una creación con entidad propia, separada del conjunto de 'Pasapalabra' y original de sus autores Reto Luigi Pianta y René Mauricio Loeb. Estos, según la sentencia, cedieron sus derechos a la empresa holandesa. En consecuencia, la explotación de dicha obra por parte de Atresmedia, con licencia de ITV, constituye una infracción.
Un largo historial judicial detrás de ‘Pasapalabra’

Este no es el primer lío judicial que rodea a ‘Pasapalabra’, y esa es justamente la base del recurso de Atresmedia. La corporación, junto a ITV Studios Global Distribution LTD (su licenciante), alega que este asunto ya fue zanjado en el pasado. Argumentan que la titularidad de los derechos de autor sobre El Rosco fue juzgada y solventada en una sentencia firme de la Audiencia Provincial de Madrid en 2016, confirmada por el Tribunal Supremo en 2019.
Fue precisamente aquella sentencia de 2019 la que obligó a Telecinco a dejar de emitir ‘Pasapalabra’ en octubre de ese año, allanando el camino para que Antena 3 lo readquiriera. Por tanto, la defensa de Atresmedia e ITV se basa en que existe una cosa juzgada, un principio legal que impide volver a llevar el mismo conflicto ante los tribunales. Ellos sostienen que la Audiencia de Barcelona no debería haber reabierto un caso ya resuelto.
Sin embargo, la sentencia de Barcelona de 2022 tuvo una perspectiva diferente. El tribunal detalló el origen concreto de la prueba. Explicó que la compañía MC&F licenció en 1998 a la empresa italiana EINSTEIN para incluir El Rosco en el concurso 'Passaparola', un programa creado a su vez sobre la base de una licencia de ITV.
El Rosco continúa en el aire, a la espera del fallo definitivo

A pesar de la contundencia de la sentencia de la Audiencia de Barcelona, los espectadores no han notado ningún cambio en su pantalla. Hay una razón procedural para ello: dicha sentencia no era firme al haberse interpuesto recurso. Esto permitió a Atresmedia seguir emitiendo el concurso.
Ahora, el caso ha llegado al final del camino. La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo admitió a trámite los recursos el pasado 3 de diciembre. Según adelantó el diario Cincodías, no solo Atresmedia e ITV han recurrido, sino que la propia empresa holandesa MC&F también ha presentado sus propios recursos. Esto significa que todas las partes buscan que el Supremo rectifique algún aspecto de lo decidido por la Audiencia de Barcelona.
La decisión del Supremo es, por tanto, la definitiva. No hay un escalón judicial superior. Su fallo establecerá si la interpretación de la Audiencia de Barcelona sobre la propiedad intelectual del Rosco es la correcta, o si por el contrario prevalece el argumento de la cosa juzgada que esgrime Atresmedia. La Sala deberá analizar los intrincados detalles de las sucesivas cesiones de derechos y determinar si la prueba final es una parte indivisible del formato 'Pasapalabra' licenciado por ITV o si, por el contrario, es una obra independiente con dueños distintos.
El Supremo se enfrenta a una decisión con grandes implicaciones. Si confirma la sentencia de Barcelona, Atresmedia se vería obligada a retirar El Rosco inmediatamente y a pagar la indemnización. Esto podría forzar a los creadores del programa a idear una prueba final nueva desde cero, con el riesgo de no capturar la misma magia. Si, por el contrario, da la razón a Atresmedia e ITV, consolidaría su derecho a explotar el formato completo, incluyendo el Rosco, cerrando un capítulo de litigios.







