Elon Musk, el CEO de grandes empresas como SpaceX o Tesla, y que fue uno de los fundadores de OpenAI junto a Sam Altman, no duda a la hora de compartir su opinión con respecto al futuro de la inteligencia artificial y cómo esta puede llegar a afectar a la vida de los seres humanos. En este sentido, una de sus últimas predicciones ha generado un gran debate.
El magnate sudamericano asegura que la IA, que cada vez está más presente en nuestro día a día, hará que el futuro laboral cambie por completo, hasta el punto de que recalca que, en unos años, trabajar será solo una opción, equiparándolo con el practicar un deporte o incluso jugar a videojuegos.
ELON MUSK Y EL CAMBIO EN EL CONCEPTO DEL TRABAJO

Mientras Elon Musk planea bloquear el sol para combatir el calentamiento global, el fundador de Tesla, SpaceX y OpenAI (antes de abandonarla en 2018) sigue dando su opinión acerca de asuntos sensibles para los ciudadanos, en su mayoría relacionados con el terreno tecnológico.
En esta ocasión ha hablado de cómo la inteligencia artificial puede impactar en el terreno del trabajo. En su caso, no propone una evolución progresiva del mercado laboral, sino que se producirá un giro abrupto hacia una sociedad en la que el concepto de empleo como lo conocemos podría cambiar totalmente.
Aprovechando su intervención en un foro económico internacional en Washington, el dueño de la red social X (antes Twitter) expuso una idea inspirada en la ciencia ficción, explicando que el auge de las inteligencias artificiales avanzadas puede llevar a que trabajar sea una opción y no una obligación.
ELON MUSK EXPLICA CÓMO AFECTARÁ LA AUTOMATIZACIÓN AL TRABAJO

Elon Musk asegura que el avance que se está dando de manera simultánea en la inteligencia artificial (IA) y la robótica provocará que haya un aceleramiento de la transición hacia una economía que podrá funcionar con una mínima intervención humana.
Su premisa se basa en que, si las máquinas son capaces de realizar prácticamente todas las tareas productivas, el trabajo ya no será necesario para la subsistencia del ser humano. En su opinión, en el plazo de entre 10 y 20 años, tener trabajo será voluntario, y tendrá más que ver con el deseo personal de un individuo que con la propia necesidad.
Elon Musk compara de esta manera el trabajo con un pasatiempo, recalcando que en el futuro es probable que el trabajar sea algo similar a jugar a videojuegos o practicar un deporte, es decir, una actividad que pueda realizar cualquier persona por deseo.
Todo ello se apoya en dos pilares que considera fundamentales, el primero de ellos teniendo que ver con el desarrollo de robots humanoides polivalentes, un campo en el que Tesla está haciendo una gran inversión. El segundo tiene que ver con la consolidación de sistemas de IA cada vez más autónomos, capaces de analizar datos pero también de planificar, ejecutar y tomar decisiones complejas.
En este sentido, Tesla trabaja en Optimus, su robot humanoide que fue anunciado en 2021 y que ha sufrido varios retrasos comerciales. Musk asegura que una sociedad llena de este tipo de robots permitirá liberar a los humanos de restricciones laborales rutinarias.
EL OTRO PUNTO EN EL QUE INCIDE ELON MUSK

Una parte importante de este planteamiento de Elon Musk tiene que ver con la desaparición del dinero como elemento central. El multimillonario asegura que las inteligencias artificiales hiperevolucionadas son capaces de administrar los recursos de forma tan eficiente que la escasez dejaría de existir.
Sin embargo, todo ello parece más fruto de la ciencia ficción que de la realidad, donde sería extremadamente complejo que sea una realidad. El propio dueño de X ha asegurado en diferentes ocasiones que debería haber un ingreso universal elevado para sostener a la población dentro de un contexto de automatización total. Sin embargo, nunca ha llegado a detallar cómo se financiaría ni sus implicaciones fiscales.
Los expertos en política pública y economía laboral consideran que la narrativa de un futuro sin empleo obligatorio es demasiado optimista. En este sentido, Iona Marinescu, de la Universidad de Pensilvania, asegura que, aunque los avances en IA se abaratan con rapidez, la robótica industrial sigue siendo costosa y especializada, pero también difícil de escalar.
A diferencia de lo que sucede con el software, las máquinas físicas no se pueden replicar de manera infinita, y esto hace que haya ciertos límites.
ELON MUSK ASEGURA QUE ES POSIBLE VIVIR SIN TRABAJAR

Mientras Elon Musk ya permite que se pueda disfrutar de internet rápido a bordo de un avión, plantea la posibilidad de vivir sin trabajar, aunque todo ello nos puede llevar a un gran debate político y social, puesto que hay numerosos escollos a superar.
Una de las cuestiones es poder garantizar políticas redistributivas que compensen la pérdida de empleos sin generar tensiones sociales. De hecho, Samuel Solomon, de la Universidad de Temple, advierte que la implantación de una renta básica universal exige consensos a nivel global que hoy en día parecen difíciles de imaginar, incluso en las economías más avanzadas.
La brecha entre el capital tecnológico y el resto de la economía ha aumentado en el último lustro, como muestran los informes financieros realizados por las grandes empresas tecnológicas. La IA genera riqueza, pero la concentración de valor en unas pocas empresas plantea dudas sobre el futuro de la tecnología y su impacto en la sociedad.
A pesar de que fuese posible resolver el aspecto económico, habría que persistir en un desafío aún más profundo, como es el de propósito. Este planteamiento de Elon Musk lleva a que haya dudas con respecto a lo que sucederá con la identidad humana en una sociedad en la que la productividad deja de ser un pilar central en su vida.
Esto se debe a que distintos estudios han confirmado que la felicidad del ser humano depende en gran parte de los vínculos sociales y actividades con sentido, muchas de ellas articuladas a través del trabajo. Además, si las máquinas hacen todo, se perdería ese sentimiento de logro o realización personal.






