Los hogares españoles rediseñan la Navidad y los regalos pierden peso frente a las comidas y cenas

Los hogares españoles están cambiando el guion navideño. Menos cajas bajo el árbol y más sillas alrededor de la mesa: las comidas y cenas ganan terreno a los regalos. Una Navidad más de cocina, reencuentros y sobremesas largas que de compras frenéticas. ¿El motivo? Una mezcla de precios, prioridades y ganas de volver a lo esencial.

Para nadie es un secreto que en los últimos años las costumbres navideñas en los hogares han empezado a mostrar cambios, en cuanto a tradiciones, ¿las razones? Son varias, pero sin lugar a dudas, la económica es una de las que más destaca. ¿Y si esta Navidad no se mide por el número de regalos bajo el árbol, sino por el olor a marisco en la cocina? ¿Y si el verdadero lujo de estas fiestas estuviera en la mesa y no en los paquetes envueltos? Este año, los hogares españoles lo tienen claro, toca reorganizar prioridades, ajustar presupuestos y decidir en qué merece la pena gastar… y en qué no tanto.

Las cifras lo confirman. Aunque los regalos siguen ahí, presentes en casi todas las familias, van perdiendo protagonismo frente a las comidas y cenas navideñas. El aumento de precios y la sensación de que cada euro cuenta está empujando a muchos a destinar la mayor parte del presupuesto a la gastronomía, que vuelve a ser el centro emocional y social de estas fiestas.

Lo curioso es que esta tendencia no llega con un tono pesimista, sino más bien práctico. La gente quiere celebrarlo, pero a su manera, y eso pasa por una Navidad más hogareña, más planificada y, sobre todo, más enfocada en compartir alrededor de la mesa.

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La mesa manda: más gasto en comida, menos en adornos y caprichos

La mesa manda: más gasto en comida, menos en adornos y caprichos
La cena de Nochebuena o el menú del 25 gana la partida. Fuente: Agencias

Este año el gasto en alimentación sube con fuerza, un 30% más de media por hogar. No es una subida pequeña, y se explica por el encarecimiento de casi todo lo que se relaciona con las comidas festivas, mariscos, pescados, carnes especiales, turrones, bombones, vinos… Todo cuesta más y, aun así, los hogares están dispuestos a asumirlo. Muchos lo ven como un gasto inevitable, casi emocional, porque sentarse a la mesa sigue siendo la esencia de estas fiestas.

Con este aumento del presupuesto en comida, otras áreas quedan en segundo plano. La decoración se mantiene, pero sin excesos. La ropa festiva también cede ante la realidad: si hay que priorizar, la cena de Nochebuena o el menú del 25 gana la partida. Esto también está provocando un comportamiento más planificado, visitas extra al supermercado, comparaciones de precios y compras más repartidas en el mes para no dejar todo para el último momento.

Los regalos se redefinen: menos cantidad, más intención

Los regalos se redefinen: menos cantidad, más intención
Las familias con más responsabilidades económicas prefieren recortar. Fuente: Agencias

Aunque sigue habiendo regalos, su presencia se reduce. Este año, gran parte de los españoles reconoce que limitará esta partida o que, directamente, gastará menos que en años anteriores. No desaparecen, pero se transforman, menos objetos impulsivos y más regalos con carga emocional o directamente prácticos. Es un cambio que viene de semanas de comparación de precios, de aprovechar descuentos y de buscar alternativas que no disparen el presupuesto.

Evidentemente, la edad influye muchísimo en esta tendencia. Los jóvenes siguen apostando fuerte por los regalos, pero los adultos y las familias con más responsabilidades económicas prefieren recortar aquí para poder sostener el gasto en alimentación. Aun así, un punto coincide en casi todos los perfiles, la intención vale más que el precio. Y eso hace que mucha gente prepare regalos más pensados, más personalizados y menos centrados en el valor económico.

Una Navidad más planificada, más casera y con compras mucho más calculadas

Una Navidad más planificada, más casera y con compras mucho más calculadas
La mayoría de los consumidores decide anticipar compras, comparar con calma y aprovechar promociones. Fuente: Agencias

La palabra clave este año es “planificación”. La mayoría de los consumidores decide anticipar compras, comparar con calma y aprovechar promociones. Y no solo por ahorro, sino porque las fiestas se vuelven, más que nunca, hogareñas. Un 40% de los españoles que antes viajaba ahora prefiere quedarse en casa con la familia. Eso implica más comidas, más organización y más presupuesto destinado a la mesa y a los encuentros en casa.

Además, los hipermercados vuelven a ser el gran punto de referencia para llenar la despensa festiva. Son el lugar donde más crecen las visitas y donde se concentra el mayor gasto, sobre todo por la amplitud de oferta y las promociones que están lanzando para compensar la subida de precios. El gasto se reparte, se calcula y se controla, pero sin renunciar a las tradiciones más queridas, comer bien, cocinar juntos y compartir tiempo.

Un cierre para una Navidad diferente… pero igual de especial

Un cierre para una Navidad diferente… pero igual de especial
Muchas familias vuelven a lo esencial, reunirse, cocinar, charlar, reírse sin prisas. Fuente: Agencias

Puede que esta Navidad sea más prudente, más casera y más calculada, pero no por ello menos emotiva. Quizá, precisamente por tener que priorizar, muchas familias vuelven a lo esencial, reunirse, cocinar, charlar, reírse sin prisas. Al final, lo que pierde peso no son los regalos, sino la presión de comprar por comprar. Y lo que vuelve a ganar espacio es lo que siempre ha sostenido estas fiestas, la mesa, la compañía y el tiempo compartido. Si esta tendencia llega para quedarse, no parece un mal cambio.

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