La perspectiva de la felicidad ha sido discutida durante siglos por filósofos, artistas y científicos. Aunque no existe una definición universal, cada vez son más los estudios que intentan medirla y analizar su evolución o permanencia a lo largo de la vida. Uno de los más recientes, realizado por el National Bureau of Economic Research (NBER) en Estados Unidos, arroja un dato curioso, más allá de ser revelador: la satisfacción vital empieza a descender desde los 18 años, pero este no es su punto más bajo.
Este descubrimiento por parte de NBER, basado en un análisis de datos de 130 países, contradice la creencia que hemos tenido de que la felicidad sigue una línea ascendente o descendente continua, o de que comenzamos a ser más felices a partir de la mayoría de edad. Según la investigación liderada por economistas como David Blanchflower, la curva de la felicidad adopta una forma de U: comienza siendo optimista, luego sufre una caída prolongada y finalmente surge un repunte que puede mantenerse hasta los 70 años o más.
2Los 47 años son el momento más bajo de la curva de la felicidad

El análisis longitudinal realizado por NBER identifica con precisión el punto crítico de declive en esta curva de la felicidad: la satisfacción vital se va hasta abajo en torno a los 47 años. Este hallazgo se repite de forma consistente en situaciones económicas, sociales y culturales muy diversas.
El estudio estadounidense asocia esta etapa con la conocida crisis de la mediana edad, un periodo que muchas veces está marcado por dudas existenciales y dificultades emocionales. Quienes se encuentran entre este límite de edad, pueden experimentar sentimientos de ansiedad, problemas de sueño, dolores físicos recurrentes y una sensación de desgaste. También aparecen preocupaciones profesionales, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y el cumplimiento, o no, de las metas planteadas.
Es importante considerar que este bajón emocional alrededor de los 47 años, no implica una depresión generalizada ni un deterioro irreversible. Más bien, los investigadores señalan que se entiende como un proceso de revisión, donde las personas reevalúan sus logros, redefinen sus prioridades y ajustan sus expectativas.