El legado de Valentino Rossi está más vivo que nunca. Y él lo sabe. Con la mirada atenta y un gesto serio, el italiano observa cómo Marc Márquez se acerca peligrosamente a sus números históricos. El piloto del Ducati Lenovo Team tiene en la mira igualar sus nueve títulos mundiales, incluidos siete en la categoría reina, y este año su dominio parece casi imposible de detener.
Pero Valentino Rossi no se rinde. Si bien entiende que ese empate es prácticamente inevitable, no piensa quedarse de brazos cruzados. Desde su nuevo rol como jefe de equipo, está decidido a mover las piezas necesarias para alterar el guion. Lo que busca no es simplemente competir, sino instalar una verdadera amenaza para su eterno rival a partir de 2026.

El plan es claro. Ya no le alcanzan los podios ocasionales ni las buenas sensaciones. Valentino Rossi quiere un piloto que pelee por el título cada fin de semana. Que incomode. Que desafíe. Que le recuerde a Márquez que su reinado no será eterno.
La actual dupla no cumple con las expectativas
Hoy por hoy, el Pertamina Enduro VR46 Racing Team tiene una dupla que cumple, pero no brilla. Franco Morbidelli, subcampeón en 2020, parece haber perdido ese impulso que lo llevó a lo más alto. Su talento es incuestionable, pero su rendimiento actual no alcanza para soñar con el título.
Del otro lado, Fabio Di Giannantonio ha mostrado señales de crecimiento. Ha logrado podios y se ha ganado un lugar respetable en la parrilla, pero aún está lejos del nivel que exige un verdadero aspirante al campeonato de MotoGP. Valentino Rossi lo ve con claridad. Ninguno de los dos tiene el perfil necesario para plantar cara al hombre de Cervera.
Por eso, ha empezado a buscar fuera de su equipo. Su primera gran apuesta fue Pedro Acosta, un talento precoz que ya dejó huella en la categoría. Sin embargo, KTM no está dispuesto a dejarlo ir. Tampoco será Jorge Martín, quien ha elegido seguir su camino en Aprilia, ni mucho menos Fabio Quartararo, cuyo contrato escapa por completo del presupuesto del equipo.
Viñales se convierte en el plan más realista para Valentino Rossi
Con las principales puertas cerradas, Valentino Rossi ha girado su mirada hacia un viejo conocido. Maverick Viñales, su excompañero en Yamaha, emerge como una posibilidad muy concreta. El español vive un buen presente en KTM Tech 3 y ha demostrado que todavía tiene chispa, velocidad y ambición para estar entre los mejores.
La relación previa entre ambos puede jugar a favor de un acuerdo. Valentino Rossi sabe qué clase de piloto es Viñales y confía en que, con la moto adecuada, puede meterse de nuevo en la conversación por la cima. En ese contexto, la opción de ofrecerle una Ducati competitiva toma fuerza.
El objetivo es tan ambicioso como personal. Valentino Rossi quiere que Viñales sea el encargado de cortar el avance de Márquez y, al mismo tiempo, devolverle protagonismo a su escudería. Esta vez, el juego no es solo por puntos o trofeos. Es por legado. Por orgullo. Por la historia misma del motociclismo. Valentino Rossi ya no corre, pero su pasión sigue acelerando. Y en esa pista invisible donde se juegan los nombres eternos, aún queda una vuelta más por disputar.