Alexander Zverev vive un momento clave en su carrera. El actual número tres del mundo eligió instalarse en Mallorca con una idea clara en mente: reencontrarse con su mejor versión. Para lograrlo, se sumó a los entrenamientos de la Rafa Nadal Academy, donde trabaja desde hace varios días con la supervisión de Toni Nadal y bajo la atenta mirada, ocasional pero significativa, de Rafa Nadal.
En esta etapa de búsqueda, el alemán no está solo. Comparte entrenamientos con Martín Landaluce, una de las grandes promesas del tenis español. La exigencia de las sesiones y el entorno de alto rendimiento refuerzan el compromiso de Zverev con su evolución.

Su llegada a Manacor no es una decisión menor. Refleja una necesidad urgente de cambiar el rumbo de una temporada que ha estado por debajo de las expectativas.
Zverev: La presencia de Nadal despierta conjeturas
Entre los detalles que más han llamado la atención se encuentra la figura de Rafa Nadal. Si bien no participa activamente en los entrenamientos, su presencia en las canchas ha generado una ola de comentarios. Algunos lo interpretan como una especie de mentor en la sombra. Otros se atreven a imaginar una colaboración más concreta entre el balear y el alemán.
Durante Wimbledon, Zverev fue sincero sobre su estado emocional. Reconoció haber atravesado momentos de desmotivación y dificultades mentales, algo poco común en un circuito que suele esconder las fragilidades.
Esa confesión pone sobre la mesa la importancia de contar con un entorno que lo sostenga. Estar cerca de referentes como Rafa y Toni Nadal podría ser justo lo que necesita para reenfocar su carrera y volver a competir al máximo nivel.
Toni Nadal asume el rol de guía estratégico
La influencia de Toni Nadal se hizo notar desde el inicio. Con su estilo firme y meticuloso, lidera cada sesión con una filosofía de trabajo que ha dejado huella en el tenis mundial. Para Zverev, dejarse guiar por uno de los entrenadores más respetados de las últimas décadas representa un paso valiente en la búsqueda de un cambio real.
Por ahora no hay un anuncio oficial que confirme una unión profesional a largo plazo, pero el hermetismo que rodea al entorno del alemán y su permanencia en la academia sugieren que el vínculo podría profundizarse. Mientras tanto, Landaluce continúa creciendo en un ambiente cargado de exigencia y visibilidad, lo que añade un atractivo adicional a este nuevo capítulo en Mallorca.
La isla vuelve a ser un centro de referencia en el mundo del tenis, y desde ese escenario, Zverev parece decidido a escribir una nueva página en su historia deportiva.