Lo que hace unas semanas parecía una ilusión lejana empieza a perfilarse como una opción real. Las declaraciones de Dani Ceballos tras el Mundial de Clubes con el Real Madrid no pasaron desapercibidas en las oficinas del Benito Villamarín. Ese guiño público hacia el club donde se formó ha activado reacciones inmediatas en el entorno verdiblanco, donde su nombre ya no se descarta con tanta firmeza como antes.
En el Betis, que tenía bien definidas sus prioridades para reforzar el centro del campo, la situación ha dado un giro inesperado. El ofrecimiento del jugador ha generado una pausa en el área deportiva.

Ahora no solo se trata de analizar perfiles para incorporar, sino de evaluar con precisión si el regreso de Dani Ceballos encaja en este nuevo escenario que él mismo ha reconfigurado con sus palabras.
Un ofrecimiento que cambia el tablero para Dani Ceballos
La planificación original del club contemplaba dos fichajes en la medular. Uno con perfil posicional, más defensivo, y otro de carácter ofensivo, ambos jóvenes y con margen de crecimiento. Sin embargo, la irrupción de Dani Ceballos ha cambiado los planes por completo. No solo por su calidad como futbolista, sino también por el efecto emocional que su vuelta tendría en la afición y en los estamentos del club.
Aunque desde la presidencia se había cerrado públicamente la puerta a esta posibilidad, las sensaciones internas son distintas.
La dirección deportiva ha optado por actuar con cautela, retrasando decisiones clave mientras estudia todas las variables del caso. El futbolista ha comunicado su deseo de volver, y eso obliga a replantear los movimientos con una mirada distinta. Cada paso se mide con más detalle.
Las cuentas como gran barrera en Dani Ceballos
El factor emocional y deportivo juega a favor, pero el verdadero reto está en lo económico. El principal obstáculo para que Dani Ceballos regrese al Betis se encuentra en el límite salarial que impone LaLiga. El coste de su traspaso, sumado a un sueldo muy por encima de la media del vestuario verdiblanco, hace inviable cualquier operación sin una reestructuración previa.
Incluso si el club aceptara negociar un pago con el Real Madrid, el problema de fondo sería cómo encajar ese esfuerzo financiero dentro del margen permitido. Para que el fichaje se convierta en realidad, el jugador tendría que asumir una reducción considerable de su salario y seguir presionando para que el club blanco sea más flexible en sus condiciones.
Además, su llegada implicaría una amortización a varios años vista, lo que reduciría el margen de maniobra para futuras operaciones. Aun así, desde dentro no se descarta del todo. Dani Ceballos sigue siendo una pieza muy valorada y, aunque difícil, su vuelta no es una fantasía si todas las partes están dispuestas a ceder un poco.
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