Marc-André ter Stegen, hasta hace poco una figura intocable en la portería del FC Barcelona, vuelve a estar en el centro de la escena por motivos médicos.
El guardameta alemán arrastra molestias en la espalda que podrían llevarlo al quirófano por tercera vez en apenas dos años.

En ese escenario, el fichaje de Joan García toma un nuevo valor dentro del club. Lo que en un principio fue interpretado como una apuesta de futuro, hoy se entiende como una necesidad urgente para proteger la portería blaugrana ante la incertidumbre física de uno de sus referentes.
El escenario complica el futuro de Ter Stegen
Una nueva operación dejaría a Ter Stegen fuera de las canchas al menos cuatro meses, una ausencia que impactaría tanto en lo deportivo como en lo económico. Ante situaciones similares, el FC Barcelona ha optado por no inscribir a jugadores lesionados, buscando así liberar espacio en la masa salarial.
Con un sueldo bruto que supera los 15 millones de euros por temporada, el alemán representa una ficha de alto impacto en una plantilla que aún lucha por mantenerse dentro de los límites del Fair Play financiero.
La presencia de Joan García y la continuidad de Wojciech Szczesny, quien cuenta con el respaldo de Hansi Flick, colocan a Ter Stegen en una posición cada vez más frágil.
De ídolo a tercera opción en la portería azulgrana
Hace menos de un año, Ter Stegen iniciaba su undécima campaña en el club como dueño absoluto del arco y con el brazalete de primer capitán. Hoy, la realidad es otra. Una lesión sufrida en Villarreal, el buen momento de Szczesny y la llegada de Joan García lo han relegado a un rol secundario que parecía impensado.
Aunque el alemán se niega a abandonar el club, ya ha sido informado por la dirección deportiva sobre su lugar en el proyecto. La portería del FC Barcelona cuenta ahora con cuatro efectivos, y la convivencia interna está marcada por cierta tensión que requerirá decisiones firmes del cuerpo técnico.
Las molestias físicas que aún le impiden entrenarse con normalidad podrían derivar en una baja prolongada que resuelva el conflicto sin necesidad de forzar su salida. El tiempo y las circunstancias parecen haberle dado la razón al club con la llegada de Joan García, quien ya no es una promesa, sino una solución real para un arco que necesita certezas.