Dean Huijsen abandonó el campo del MetLife Stadium con el rostro serio, consciente de que su expulsión dejó un sabor amargo en el cierre del partido ante el Borussia Dortmund. A pocos metros del césped, Xabi Alonso lo interceptó con serenidad. No hubo gritos, pero sí un mensaje firme.
Le recordó que ya había hablado de este tipo de situaciones. No era necesario correr ese riesgo, menos aún con el partido controlado. La charla fue breve, pero clara. Los errores, por pequeños que parezcan, pueden tener consecuencias mayores en el camino del equipo.
8Último aviso antes de lo más difícil

Con el torneo entrando en su fase decisiva, los márgenes de error se reducen al mínimo. Lo vivido por Dean Huijsen es un recordatorio de lo exigente que es vestir la camiseta del Real Madrid.
Ahora el equipo se enfoca en enfrentar al París Saint-Germain sin uno de sus jugadores revelación. Pero también con una plantilla que ha mostrado carácter y un entrenador que no deja nada al azar. El margen se ha cerrado y cualquier descuido puede costar caro.
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