Con el paso del tiempo, muchos productos que usamos a cotidiano evolucionan, se rediseñan o se reformulan. Pero no siempre ese cambio significa una mejora. Un nuevo informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha encendido las alarmas sobre un tema que, aunque pueda parecer menor, afecta directamente a la limpieza de la ropa y, por ende, a nuestro día a día. ¿La razón? Una parte importante de los detergentes analizados ha perdido eficacia en el lavado.
Lo más inquietante del estudio de la OCU es que esta merma en el rendimiento no siempre viene acompañada de información clara para el consumidor. Envases nuevos, cambios en las dosis recomendadas y modificaciones en la fórmula están provocando que lo que compramos hoy no sea igual a lo que comprábamos ayer, aunque lleve el mismo nombre comercial.
3Cuando cambia el envase, cambia también el rendimiento

El estudio de la OCU pone especial énfasis en un detalle que muchas veces pasa desapercibido para los compradores: el envase. Aunque muchas marcas aprovechan para renovar la presentación con fines estéticos o de marketing, la realidad es que estos cambios suelen venir acompañados de una modificación en la fórmula del producto o en la dosis recomendada.
Esta estrategia, que puede estar pensada para ajustarse a nuevas normativas o abaratar costes, tiene un efecto directo en el consumidor: la ropa no se lava igual. Y lo más preocupante es que, en la mayoría de los casos, estas modificaciones no se anuncian de forma clara ni visible.