A inicios de año, la reina emérita Sofía de Grecia fue protagonista en los principales titulares cuando la Casa Real anunciaba que sería galardonada con una de las distinciones más simbólicas y relevantes del país: el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro.
Sin embargo, ha pasado medio año desde aquel anuncio y aún no se ha concretado ni la fecha ni el lugar de dicha ceremonia. Esta ausencia de información ha despertado todo tipo de especulaciones e interrogantes. Ahora, una experta en protocolo ha salido a dar detalles sobre las posibles razones de este retraso.
3Se estaría gestando un posible acto de cierre y gratitud institucional

Si bien no se ha determinado una fecha para la ceremonia de la emérita Sofía, todo indica que la imposición del Toisón de Oro estará condicionada por su relevancia histórica y emocional. Rubio sostiene que «la concesión e imposición del Collar del Toisón de Oro representa, desde el punto de vista del protocolo, uno de los actos más solemnes y de mayor carga simbólica que puede llevar a cabo la Jefatura del Estado». Estas son parte de las razones por los que se estaría evitando improvisar o realizar el acto en un contexto menor.
En palabras de la experta, Diana Rubio, «la imposición del Collar del Toisón de Oro a la Reina Sofía no constituye un simple gesto honorífico. Puede considerarse un acto final de honor y gratitud institucional por sus décadas de servicio». La previsión, por tanto, sugiere que el evento no solo será solemne y de gran envergadura, sino también será emocionalmente significativo, algo que represente de forma tangible la despedida del rol público de una figura que ha sido trascendental en la historia reciente de España.
Por otro lado, la Casa Real, consciente de la relevancia emocional del momento que atraviesa la reina emérita Sofía respecto a la salud de su hermana Irene de Gracia y del propio Juan Carlos I, habría optado por postergar el evento hasta contar con las condiciones óptimas tanto institucionales como personales para llevar a cabo la imposición del Toisón de Oro. Como recuerda Rubio, en estos casos «la planificación del acto tiene que considerar la disponibilidad emocional y física de todos los protagonistas».