El debut del París Saint-Germain en el Mundial de Clubes de la FIFA 2025 no solo dejó una contundente victoria por 4-0 frente al Atlético de Madrid, sino también un mensaje claro y rotundo de su entrenador. Luis Enrique, visiblemente molesto por las condiciones en las que se disputó el encuentro, no dudó en criticar duramente a la FIFA por la programación del partido, que se jugó a las 12:00 del mediodía en Los Ángeles para coincidir con el prime time europeo.
Las quejas del técnico asturiano no se centraron en el aspecto competitivo del encuentro, del que dijo que su equipo había «ganado justamente», sino en el estado físico y el desgaste al que se vieron sometidos ambos equipos. Con más de 30 grados de temperatura y un 60% de humedad, el escenario fue extremo, rozando lo insostenible para un partido de esta envergadura. «El partido ha estado claramente marcado por la temperatura. Está muy bien el horario para que en Europa lo vean, pero los equipos se resienten», lanzó Luis Enrique en rueda de prensa.

Un ajuste horario que pone en riesgo el espectáculo
La decisión de disputar el partido a mediodía en California obedeció exclusivamente a razones comerciales y de audiencia. El objetivo era que el encuentro se viera en horario de máxima audiencia en Europa, donde el Mundial de Clubes busca reforzar su presencia mediática. Sin embargo, esa planificación tuvo consecuencias directas sobre el rendimiento físico de los futbolistas, que tuvieron que enfrentarse a condiciones climáticas extremas.
Para Luis Enrique, priorizar la visibilidad televisiva por encima del bienestar de los jugadores es un error estratégico, asegurando que este tipo de decisiones no favorecen al espectáculo, sino que lo condicionan. A pesar del resultado favorable a su equipo, el entrenador insistió en que el rendimiento de los jugadores quedó afectado, y no dudó en señalar que este tipo de decisiones comprometen la integridad de la competición. Una crítica directa que pone a la FIFA en el punto de mira.
Luis Enrique, Una victoria y un mensaje contundentes
Más allá de sus declaraciones, el PSG de Luis Enrique dejó buenas sensaciones en su debut. Supo imponer su ritmo desde el inicio, aprovechando la fragilidad del Atlético de Simeone, y mostró solidez tanto ofensiva como defensiva. Pero el técnico quiso dejar claro que el resultado no debe ocultar los problemas organizativos del torneo.
Con esta rajada pública, Luis Enrique pone sobre la mesa el debate sobre hasta qué punto debe sacrificarse el bienestar de los jugadores en favor de la audiencia. Por lo pronto, el mensaje no tendrá efectos inmediatos ya que el próximo miércoles Real Madrid y Al Alhi se verán las caras a las 15.00 horas en Los Ángeles.
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