El buen clima y el calor son sinónimos de ocio, reuniones, viajes y excesos. No hay que sentirse culpable por haber comido más de la cuenta durante las vacaciones, pero sí es importante actuar con responsabilidad al regresar a la rutina. Y es que, cuando el calor se despide y los días comienzan a acortarse, también es momento de replantearse hábitos y volver a una dieta equilibrada.
La vuelta de las vacaciones no solo marca el regreso a la oficina, sino también el intento desesperado de muchos por librarse de esos kilos de más acumulados entre chiringuitos, helados y cenas con amigos. Pero, cuidado: no todo vale. Y mucho menos, dejarse engañar por cualquier dieta que circule por redes sociales.
4Así debe lucir una compra saludable tras el verano

Si algo puede ayudarte a dejar atrás los excesos, es la organización. Y todo empieza con una compra inteligente. Para los nutricionistas, un buen carro de supermercado debe tener al menos un 60% de verduras variadas. Estas aportan fibra, agua y vitaminas, fundamentales para desintoxicar el cuerpo y recuperar la vitalidad.
Frutas de temporada como melón, sandía, uvas, higos o manzanas también son aliados indispensables. A esto se le deben sumar legumbres (ricas en proteínas y minerales), huevos de corral, pescado azul, carnes magras y lácteos de calidad. Las grasas saludables también son bienvenidas: aceite de oliva virgen extra, frutos secos y aguacates son clave en cualquier dieta equilibrada.
Otro aspecto relevante es la elección de cereales y tubérculos. El pan, el arroz o la pasta, mejor si son integrales. Y la patata, aunque muchos la destierran injustamente, puede ser una buena fuente de energía si se cocina de forma saludable. La clave no está en prohibir alimentos, sino en entender cómo, cuánto y cuándo consumirlos.