La reina Letizia ha sido objeto de numerosos comentarios en los últimos tiempos, pero no solo por su papel institucional, sino también por el tipo de relación que mantiene con las personas que trabajan bajo su supervisión.
Detrás de la imagen de una reina profesional y comprometida con la institución, parece estar una mujer muy exigente, controladora y con una necesidad permanente de mantener todo bajo control, tanto en lo personal como en el ámbito de Zarzuela, expondrían fuentes cercanas a la Casa Real citadas por EN Blau.
4El caso Ocaña y el desgaste del equipo

Entre los casos más representativos del desgaste que genera trabajar bajo la supervisión de Letizia es el de Ocaña, un escolta experimentado que habría decidido abandonar su puesto. El nivel de tensión diaria y el control permanente de la reina fueron, según distintas versiones, los motivos de su renuncia. Las jornadas de trabajo las describe como emocionalmente agotadoras y cargadas de ansiedad.
Según el escolta, trabajar bajo las órdenes de Letizia no sería fácil. Su perfeccionismo y carácter crean un clima en el que cualquier error se traduce en consecuencias irreversibles. Esta manera de manejar a su equipo de trabajo podría haberle restado apoyos internos y contribuiría a la imagen de frialdad que algunos atribuyen a la reina.