La rivalidad entre los dos grandes clubes vascos vuelve a encenderse, esta vez fuera del césped. El Athletic Club de Bilbao ha redoblado su apuesta por el talento joven del País Vasco francés (Iparralde), consolidando su estrategia de expansión más allá de Bizkaia y dejando a la Real Sociedad contra las cuerdas. Esta política de captación, intensificada en los últimos años, está empezando a dar resultados concretos y amenaza con romper el delicado equilibrio territorial entre ambos clubes.
En los últimos meses, Lezama ha conseguido atraer a varios jóvenes talentos de la zona de Baiona y alrededores, algunos de ellos seguidos de cerca por la Real Sociedad. El último golpe ha sido especialmente doloroso para el club donostiarra, que ve cómo el Athletic se adelanta en la pugna por dominar el mercado juvenil vascofrancés. El mensaje desde Bilbao es claro, se quiere consolidar una hegemonía no solo deportiva, sino también formativa.

Una expansión metódica en territorio rival
El trabajo del Athletic en Iparralde no es improvisado. El club lleva años tejiendo una red de ojeadores y relaciones con clubes locales, fortalecida por la apertura de nuevas estructuras y convenios con entidades formativas. Esta estrategia, considerada agresiva por sectores cercanos a la Real Sociedad, responde a una visión a largo plazo que busca ampliar la base de talento disponible dentro del marco de su filosofía, jugadores nacidos o formados en Euskal Herria.
Lezama ha reforzado su presencia al norte del Bidasoa con visitas periódicas de técnicos y scouts, organizando campus y partidos amistosos para captar la atención de jóvenes promesas. Este esfuerzo ha empezado a dar frutos en forma de fichajes tempranos que evitan que los jugadores lleguen a Zubieta, el centro de formación de la Real Sociedad. El malestar en San Sebastián es evidente, ya que el club ve cómo su vecino bilbaíno amplía sus fronteras tradicionales.
La Real Sociedad, en alerta por el avance del Athletic
Desde Anoeta se percibe este movimiento como una injerencia directa en una zona históricamente más próxima a la Real Sociedad. Aunque el club txuri-urdin mantiene su presencia en Iparralde, la intensidad de la ofensiva rojiblanca ha generado inquietud. La pérdida de varias jóvenes promesas en los últimos años y el creciente atractivo mediático del Athletic ha encendido las alarmas en Zubieta.
El último golpe de los rojiblancos ha llegado de la mano de Les Croises, un club que llevaba diez años vinculado a la Real Sociedad y que desde ahora será uno de los equipos de Iparralde convenidos del Athletic.