Una escapada de verano no tiene por qué sacarnos del país. En el corazón del norte de España se esconde un lugar que sorprende por su belleza natural, fácil acceso y la posibilidad de disfrutarlo de cerca, incluso sumergiéndote en las espectaculares aguas de esta cascada.
Hablamos de un pequeño pueblo burgalés cuya cascada está conquistando a todos en las redes sociales y sigue dejando boquiabiertos a quienes la visitan por primera vez. Para este verano, si buscas un destino distinto, único, refrescante y accesible, este pequeño pueblo de Burgos puede tener lo que necesitas. Solo hace falta una toalla, calzado cómodo y ganas de desconectarte por un buen rato. El resto lo pone la naturaleza.
1Una joya natural en Las Merindades: Cascada de Tobalina

Pedrosa de la Tobalina está situado en la comarca de Las Merindades, al norte de la provincia de Burgos. A pesar de ser una localidad pequeña, su entorno natural se impone. El principal atractivo de este lugar ha resultado ser la cascada de la Tobalina, un salto de agua creado por el río Jerea, afluente del Ebro, este deja caer su caudal desde más de 20 metros de altura aproximada y a lo largo de unos 100 metros de ancho. Esta caída de agua forma una laguna natural de aguas cristalinas que además de admirar, también podrás disfrutar desde dentro, ya que está permitido el baño al público en general.
Aunque no lo creas, este paraje se ha convertido en un destino popular, especialmente para aquellos que buscan distraerse y evitar el aglomeramiento en los meses de verano, cuando el calor aprieta y buscar alternativas a la playa se vuelve prioritario para muchos. Lo que destaca de la cascada de la Tobalina no es solo su tamaño, sino el entorno virgen donde se sitúa. No hay instalaciones turísticas masivas incómodas, el lugar es naturaleza pura, caminos de tierra, zonas de picnic y por si fuera poco, una vista panorámica desde un mirador que permite contemplar la magnitud del salto del Peñón.