Especial 20 Aniversario

“Sin mí hubiera perdido”: El divorcio Trump-Musk sacude Tesla entre amenazas e insultos entre magnates

A pesar de las apariencias, la ruptura entre Donald Trump y Elon Musk está lejos de ser una simple disputa personal entre dos figuras influyentes. Lo que comenzó como una colaboración puntual durante el primer mandato del expresidente, ha evolucionado en una batalla de egos y amenazas públicas que ahora repercute directamente en el mundo empresarial. En medio de debates fiscales, promesas incumplidas y políticas migratorias polémicas, el distanciamiento entre ambos magnates ha comenzado a afectar a empresas clave como Tesla, cuyos movimientos bursátiles recientes reflejan la incertidumbre generada por esta guerra abierta.

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Las tensiones crecieron tras la reaparición del proyecto de ley presupuestaria impulsado por Trump, que incluye recortes sociales, incentivos tributarios selectivos y un notable incremento del gasto militar y migratorio. Musk, que alguna vez formó parte del entorno de asesores del entonces presidente, ha manifestado públicamente su rechazo a lo que considera un paquete legislativo inflacionario y fiscalmente irresponsable. En ese contexto, Trump no ha tardado en responder con declaraciones altisonantes y descalificaciones personales, insistiendo en que, sin su respaldo electoral, Musk jamás habría alcanzado el nivel de notoriedad que hoy ostenta.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha arremetido con dureza contra Elon Musk, a quien calificó de «loco» y «con un problema», en medio de una ruptura que ha sacudido al ala republicana. En declaraciones a medios como ABC, CNN y FOX, Trump afirmó no estar interesado en hablar con el empresario, a pesar de los intentos de acercamiento atribuidos a Musk.

El desencuentro se agravó tras las críticas públicas de Musk al nuevo proyecto fiscal de la administración Trump, al que calificó de «abominación repugnante» y advirtió que “llevará a la ruina al país”. Trump respondió asegurando sentirse «muy decepcionado» y acusando a Musk de conocer en detalle la legislación, lo cual este último niega rotundamente.

La tensión escaló aún más cuando Musk publicó en su red social X que Trump aparecería en los archivos no revelados del caso Epstein, sugiriendo que esa sería la razón por la que aún no se han hecho públicos.

Mientras tanto, las acciones de Tesla se desplomaron más de un 9 % y la Casa Blanca habría amenazado con retirar todos los contratos federales vinculados a empresas de Musk, lo que marcaría una ruptura total entre ambos.

El origen de la disputa: de aliados estratégicos a rivales mediáticos

El Origen De La Disputa: De Aliados Estratégicos A Rivales Mediáticos
Fuente: Agencias

Durante buena parte del mandato de Donald Trump, Elon Musk fue uno de sus aliados más visibles. El magnate no solo respaldó públicamente al presidente tras el intento de asesinato en Pensilvania, sino que también aceptó liderar la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un organismo creado para reducir el gasto público.

Esta cercanía facilitó acuerdos millonarios para empresas como SpaceX, Tesla o Starlink (todas propiedad de Musk), consolidando una relación que parecía beneficiosa para ambas partes. Sin embargo, todo cambió tras la presentación del nuevo presupuesto federal, en el que Musk detectó recortes que afectaban directamente a los subsidios y contratos de sus compañías.

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En respuesta, comenzó a criticar abiertamente al presidente en redes sociales (después de todo es dueño de una de las más conocidas, X), cuestionando su gestión económica. Trump, por su parte, no tardó en responder y desde entonces, ambos protagonizan una escalada de declaraciones, amenazas y reproches que ha puesto en jaque una alianza clave para la política y la tecnología estadounidense.

Trump lanza una advertencia: revisión de los contratos con Musk

Trump Lanza Una Advertencia: Revisión De Los Contratos Con Musk
Fuente: Agencias

Desde el Air Force One, en declaraciones a la prensa, Donald Trump dejó clara su intención de revisar los acuerdos que el Gobierno federal mantiene con las empresas de Elon Musk. “Es mucho dinero”, declaró, en referencia a los miles de millones en contratos adjudicados a SpaceX y Tesla, entre otras.

Aseguró que analizará la situación solo si es “justo” para ambas partes, aunque no entró en detalles sobre posibles consecuencias. Esta advertencia no es menor: SpaceX, por ejemplo, tiene vigentes contratos por valor de casi 6.000 millones de dólares con la Fuerza Espacial y más de 2.800 millones con la NASA.

Cancelarlos implicaría un enorme impacto en el programa espacial estadounidense (y para las finanzas del magnate de la tecnología), ya que la empresa de Musk es, en muchos casos, la única capaz de ofrecer los servicios requeridos. Aun así, Trump insiste en que el país puede sobrevivir sin esos contratos.

Musk responde con una amenaza espacial… que luego retira

Musk Responde Con Una Amenaza Espacial... Que Luego Retira
Fuente: Agencias

En un movimiento arriesgado, Elon Musk respondió a las amenazas de Trump anunciando que desmantelaría el programa Dragon, vital para el transporte de personal y suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI). Esta nave es parte clave del programa espacial estadounidense, y su cancelación tendría efectos inmediatos sobre las misiones de la NASA.

La amenaza generó una ola de preocupación en el sector científico y tecnológico, tal y como era de esperarse. No obstante, solo un día después, Musk se retractó de su declaración en su red social X, alegando que había actuado en un momento de frustración. Y es que al final todos los reproches que han generado ambos líderes se quedan en las publicaciones de las redes sociales.

Aunque su marcha atrás alivió tensiones, dejó claro que su relación con el gobierno federal está más frágil que nunca. La dependencia mutua entre ambas partes convierte cualquier movimiento en un delicado juego de poder con repercusiones globales, y es esta la parte que más preocupa al mundo y a Estados Unidos actualmente.

El peso político y financiero de Musk en la campaña republicana

El Peso Político Y Financiero De Musk En La Campaña Republicana
Fuente: Agencias

Durante el último año, Elon Musk se convirtió en uno de los mayores financiadores del Partido Republicano (al punto de llegar a declarar abiertamente que sin su apoyo Trump no sería presidente de los Estados Unidos), con donaciones que alcanzaron los 290 millones de dólares. Este respaldo económico fue clave en varios procesos electorales, incluyendo campañas estatales en Wisconsin.

Musk fue considerado no solo un aliado político, sino un impulsor activo del triunfo republicano en diversos frentes. Sin embargo, el empresario ha insinuado que sus días como donante podrían estar contados. A través de una encuesta en X, Musk planteó la posibilidad de fundar un nuevo partido político (muchos han llegado a creer que estas son las reales intensiones detrás del distanciamiento de los líderes)que represente “al 80% del centro político estadounidense”.

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Este gesto, interpretado como una amenaza velada al dominio republicano, podría restar millones de dólares a la maquinaria electoral de Trump de cara a las legislativas de 2026.

Contratos millonarios e investigaciones pendientes

Contratos Millonarios E Investigaciones Pendientes
Fuente: Agencias

El imperio empresarial de Musk depende en gran medida de sus vínculos con el gobierno de Estados Unidos. SpaceX ha recibido más de 20.900 millones de dólares en contratos desde 2008, lo que convierte al Estado en uno de sus principales clientes. Trump lo sabe y ha insinuado que podría presionar mediante el recorte de fondos públicos, algo que, en la práctica, sería legalmente complicado y llevaría tiempo.

Además, las empresas de Musk enfrentan más de 30 investigaciones abiertas por agencias gubernamentales, desde el Departamento de Transporte hasta la Comisión de Bolsa y Valores. Cuestiones como la aprobación de los taxis autónomos de Tesla o la regulación de Starlink están bajo la lupa. Trump ha evitado pronunciarse sobre estos casos, pero el enfrentamiento actual podría dar lugar a nuevas acciones regulatorias como medida de presión.

Una ruptura con consecuencias dentro y fuera del gobierno

Una Ruptura Con Consecuencias Dentro Y Fuera Del Gobierno
Fuente: Agencias

Musk no solo colocó personal de confianza en DOGE, sino que varios de sus colaboradores pasaron a ocupar cargos clave dentro del Ejecutivo (jugada estratégica de magnate), esta posición le permitió tener acceso a información clave dentro del Estado. Este entrelazamiento entre empresas privadas y administración pública hizo que su influencia fuera palpable en las decisiones de política tecnológica y presupuestaria. Aunque dejó su puesto en DOGE recientemente, muchos de sus antiguos empleados continúan en la estructura gubernamental.

La guerra pública entre Trump y Musk podría resquebrajar alianzas en Silicon Valley y en los círculos conservadores. Los analistas coinciden en que esta ruptura no solo es personal y política, sino que también tendrá repercusiones en el equilibrio de poder dentro del propio Partido Republicano.

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