Desde su ascenso al trono en 2014, la Casa Real española habría intentado proyectar una imagen renovada y ejemplar de Felipe VI. Sin embargo, las especulaciones asegurarían que en privado las tensiones y desafíos persisten, especialmente en la relación con la reina Letizia.
Según comentan fuentes cercanas y expertos en Casa Real, estas diferencias y problemas llevan años sin resolverse, y una obsesiva afición del rey Felipe VI podría haber aumentado las discrepancias con su esposa. En este sentido, se revela un panorama complicado que sigue poniendo a prueba la estabilidad de la monarquía.
3Influencia familiar y el contexto histórico de esta afición

La inclinación de Felipe VI por esta actividad puede tener un origen familiar, heredado de su padre, Juan Carlos I. Se ha contado que desde niño estuvo rodeado de rifles y escopetas, e incluso su tía doña Pilar mostró preocupación por esta exposición. Según algunas fuentes cercanas a la Casa Real, Felipe VI «era un niño rodeado de rifles y escopetas», lo que explicaría su afinidad con esta práctica ahora.
Pero, no solo Felipe VI habría heredado esta afición; se ha señalado que Letizia Ortiz también ha participado en algunas cacerías, a pesar del rechazo que nuestra en la actualidad había la práctica de su marido. Por otra parte, la sociedad actual muestra una postura crítica hacia los privilegios de la monarquía, especialmente cuando implican gastos públicos.