Novak Djokovic volvió a mostrar por qué es uno de los grandes del tenis. A sus 38 años, el serbio alcanzó su decimotercera semifinal en Roland Garros tras una dura batalla contra Alexander Zverev. La victoria en cuatro sets —4-6, 6-3, 6-2 y 6-4— no solo confirma que sigue vigente, sino que además lanza una advertencia directa a las jóvenes promesas como Carlos Alcaraz y Jannik Sinner.
Ellos saben que tendrán que estar muy preparados para enfrentar a un Djokovic que mantiene intacto su nivel en la élite internacional. Con 101 triunfos en la tierra batida parisina, Djokovic llega con ganas de seguir rompiendo récords y sumando títulos. Roland Garros se ha convertido en un escenario perfecto para el serbio, que con más de 50 semifinales de Grand Slam en su carrera, siempre sabe cómo superar la presión y la adversidad.
Lo que parecía complicado hace algunas semanas en la gira europea de arcilla, ahora se convierte en una clara señal de que Djokovic está listo para dar pelea hasta el final en el Bois de Boulogne.
La épica remontada que confirma la fortaleza del serbio
El partido frente a Zverev fue un reflejo fiel de la resiliencia y el carácter de Djokovic. Aunque perdió el primer set, nunca bajó los brazos. Ajustó su estrategia y fue dominando poco a poco los siguientes tres sets.
A pesar de las difíciles condiciones nocturnas, con humedad que complicaba el control de la pelota, Djokovic mantuvo la concentración y tomó la iniciativa en los momentos claves, logrando romper el saque del alemán en momentos decisivos. Zverev, con su altura y potencia, parecía tener el partido a su favor, pero no pudo frenar a un Djokovic que fue mejorando a medida que avanzaba el encuentro.
La fortaleza mental y física del serbio quedó clara cuando se impuso con contundencia en los sets tercero y cuarto, dejando a Zverev sin respuestas. Esta victoria no solo extiende el legado de Djokovic, sino que reafirma que para él la edad es solo un número en su camino hacia su esperado vigésimo quinto Grand Slam.
Sinner, el próximo obstáculo para el histórico Djokovic
Ahora, el siguiente desafío para Djokovic en Roland Garros será Jannik Sinner, quien llega en un momento espectacular. El italiano, número uno del mundo, viene con una racha impresionante, tras eliminar sin perder sets a Alexander Bublik y acumular 19 victorias consecutivas en torneos de Grand Slam.
La historia reciente entre Djokovic y Sinner añade un plus a este duelo. Ambos están igualados con cuatro victorias cada uno, pero Sinner ganó los últimos tres enfrentamientos, incluyendo dos en lo que va del año. Esto hace que el choque sea aún más esperado.
Este partido promete ser uno de los momentos más emocionantes del torneo y podría marcar un punto de inflexión. Será la prueba para ver si Djokovic logra mantener su dominio o si la nueva generación empieza a tomar el control en París. Sinner deberá dar lo mejor para frenar a un Djokovic que no solo busca sumar títulos, sino que quiere seguir escribiendo la historia del tenis en Roland Garros.
