El Sevilla FC sigue enfrascado en la búsqueda de su próximo entrenador, pero se ha topado con una barrera inesperada, la firme postura de Imanol Alguacil. El técnico oriotarra, símbolo de estabilidad y continuidad en la Real Sociedad, no se deja seducir fácilmente, ni siquiera por el peso histórico de un club como el sevillano.
A pesar del interés insistente que ha llegado desde Nervión, Imanol Alguacil no termina de ver con claridad que ese paso sea el adecuado en este momento de su carrera. Aunque el proyecto sevillista tiene nombre y prestigio, también carga con la etiqueta de ser una reconstrucción en curso. Y para alguien como él, que valora la coherencia y el largo plazo, asumir un banquillo inestable podría convertirse más en un problema que en una oportunidad.
Las conversaciones han existido. Y no han sido superficiales. La dirección deportiva del Sevilla le trasladó una primera oferta que luego fue creciendo. De un año con opción a otro, se pasó a un 2+1, y finalmente, se puso sobre la mesa un contrato de tres temporadas. Sin embargo, ni la duración ni el contexto parecen suficientes para convencer al técnico guipuzcoano, quien sigue dudando de si el riesgo deportivo que implica asumir este reto merece la pena.
Las exigencias económicas complican aún más la operación de Imanol Alguacil
Más allá de lo deportivo, hay otro aspecto clave que aleja a Imanol Alguacil del Sevilla FC, el económico. Desde su entorno se ha deslizado una cifra concreta, y nada baja. Más de tres millones de euros netos por temporada solo para el técnico. A esa cantidad habría que añadirle un millón adicional para su cuerpo técnico, lo que dispararía el coste total del proyecto técnico a casi ocho millones de euros brutos por año.
Un escenario complicado para un club que viene intentando reducir su masa salarial tras varias temporadas sin los ingresos que aportan las competiciones europeas. Si se cumpliera el contrato completo, hasta 2028, la factura se dispararía por encima de los 23 millones de euros, una cifra que en los despachos de Nervión no se toma a la ligera.
Aunque el club ha mostrado su interés en contar con Imanol incluso sin la figura de Víctor Orta al mando, el coste de su fichaje se perfila como una piedra difícil de sortear. Imanol Alguacil, por su parte, valora ciertos aspectos del proyecto de cantera sevillista, pero es consciente de que necesitaría una reestructuración profunda de la plantilla para aplicar su estilo. Y eso, hoy por hoy, no parece una opción viable a corto plazo.
El interés de Qatar y el futuro que se aleja de Nervión
Mientras en Sevilla las negociaciones se estancan, otras puertas se abren para Imanol Alguacil, y con propuestas más atractivas. Una en particular, que llega desde Qatar, ha captado poderosamente su atención. Aunque aún no ha dado una respuesta definitiva, la balanza comienza a inclinarse hacia esa oferta que, económicamente, supera ampliamente la del club andaluz. Más allá del dinero, la propuesta catarí representa un entorno con menos presión inmediata y una dinámica profesional más llevadera.
En otras palabras, un escenario menos exigente que el del Ramón Sánchez-Pizjuán, donde el margen de error es prácticamente nulo y el ruido externo, constante. Pero no es el único frente abierto. Alguacil también estuvo atento a lo que sucedía en el FC Porto, donde hubo contactos iniciales. Sin embargo, la continuidad de Martín Anselmi al frente del banquillo portugués cerró esa vía. Eso no significa, sin embargo, que la idea de un cambio de aires se haya apagado.
De hecho, el entrenador Imanol Alguacil sigue recibiendo consultas desde Europa, como la Premier League, el mundo árabe y algunos destinos más exóticos. Este abanico de opciones hace que su futuro esté cada vez más alejado de Nervión, lo que complica aún más la hoja de ruta del Sevilla FC, que ve cómo su gran apuesta empieza a mirar hacia otros horizontes.
