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El Real Betis vivió una noche agridulce en la final de la UEFA Conference League, donde cayó con contundencia por 1-4 ante un Chelsea que fue claramente superior en la segunda mitad. Mientras los verdiblancos intentaban digerir la amargura de haber perdido su primera final europea, desde la acera rival llegó un mensaje que agitó las aguas en plena resaca futbolera. El Sevilla FC, a través de su cuenta oficial en redes sociales, aprovechó una publicación del Chelsea para lanzar una felicitación a Enzo Maresca, actual técnico del club inglés y exjugador nervionense.
«Enhorabuena a nuestro querido Enzo Maresca por su primer título europeo como técnico», escribió el club de Nervión. A simple vista, el mensaje tenía un tono institucional, casi protocolario. Sin embargo, el contexto lo cambió todo. En un momento de dolor para el beticismo, muchos lo interpretaron como una provocación innecesaria.

Maresca, que defendió la camiseta del Sevilla entre 2005 y 2009, es una figura recordada en Nervión. Pero su mención justo cuando el Betis acababa de caer en una final histórica, resultó, para muchos, un gesto poco elegante. Y la reacción no tardó en llegar.
Ángel Haro y una frase que sentenció el debate
Quien no dejó pasar la oportunidad de responder fue Ángel Haro, presidente del Real Betis. Durante su participación en el programa El Partidazo de Cope, Haro mantuvo la serenidad, pero envió un mensaje claro y con doble filo. «No lo he visto, pero ellos están ahora en otra guerra que a mí no me interesa. Nosotros estamos en crecimiento, en hacerlo bien el año que viene. Ellos están en otra guerra muy diferente a la nuestra», declaró, desmarcándose elegantemente de cualquier enfrentamiento directo.
No obstante, cuando el periodista confirmó que el tuit había salido efectivamente desde la cuenta oficial del Sevilla, Haro dejó una frase que encendió las redes y que muchos hinchas béticos tomaron como una respuesta a la altura. «Pues nada, yo también felicito al Sevilla por quedarse en Primera este año», soltó, en clara alusión al complicado curso liguero del eterno rival.
Una frase breve, irónica y punzante, que sintetizó el sentir de buena parte del beticismo. En plena rivalidad sevillana, el derbi también se juega en el terreno de las palabras.
Orgullo verdiblanco a pesar del resultado
A pesar del revuelo generado fuera del césped, el foco para el Real Betis sigue puesto en su propio camino. El equipo de Manuel Pellegrini vivió una noche para el recuerdo al disputar su primera final continental. Y aunque el resultado fue doloroso, el conjunto verdiblanco dejó momentos de gran fútbol que alimentan el orgullo de su afición. En un primer tiempo valiente y propositivo, el Betis se adelantó en el marcador gracias a un tanto de Abde, tras una brillante jugada tejida por un inspirado Isco, que volvió a brillar en Europa.
El planteamiento de Pellegrini tuvo recompensa inicial y generó ilusión en la hinchada desplazada. Pero en la segunda parte apareció la contundencia del Chelsea. En apenas cinco minutos, el talento de Cole Palmer cambió la historia del encuentro, firmando una remontada que dejó sin respuesta al conjunto español. Los goles cayeron con una contundencia demoledora, y el Betis ya no pudo reaccionar.
Pese al marcador adverso, el balance es positivo en lo emocional y deportivo. El Betis mostró que tiene con qué competir en Europa y que este no es un punto final, sino un nuevo comienzo. La derrota, lejos de minimizar lo logrado, refuerza una idea. El club está creciendo, consolidándose, y ya ha dejado su firma en el viejo continente.