Para muchos, conducir es mucho más que trasladarse de un punto a otro. Es sinónimo de independencia, autonomía y, en cierta forma, libertad. Sin embargo, con el paso de los años, esa libertad comienza a estar sujeta a condiciones más estrictas. A partir de los 65 años, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido sus exigencias para renovar el carnet de conducir, con un objetivo claro: garantizar la seguridad en las carreteras.
Detrás de esta decisión hay razones de peso. Aunque la experiencia al volante suele ser una ventaja, el deterioro natural de ciertas capacidades físicas y cognitivas, sumado a enfermedades propias del envejecimiento, ha llevado a la DGT a tomar medidas más rigurosas. Y no todos los conductores podrán seguir al volante.
5Renovación gratuita a partir de los 70, pero con condiciones

Hay un dato que muchos no conocen. A partir de los 70 años, los conductores están exentos de pagar la tasa de tráfico por la renovación del carnet. No obstante, deben seguir costeando el reconocimiento médico, el cual mantiene su obligatoriedad y exigencia.
Este gesto de la DGT busca aliviar la carga económica de los mayores, sin renunciar al control sanitario. Pero la gratuidad no implica facilidad. Al contrario: cuanto más avanzada la edad, más cortos suelen ser los períodos de validez del permiso. En algunos casos, se otorgan por solo uno o dos años, con la condición de repetir el proceso al término del plazo.
Y hay más. En situaciones en las que se detecta un empeoramiento clínico significativo, la DGT puede, incluso, suspender temporalmente la licencia hasta que se evalúe nuevamente la aptitud del conductor. Cabe destacar que estos procesos están regulados por el Reglamento General de Conductores y que la DGT cuenta con la colaboración de médicos, psicólogos y profesionales del tráfico para decidir en cada caso.